Seis horas de batalla urbana en el metro de París

La Policía francesa se enfrentó ayer con gases lacrimógenos y perros a más de 200 jóvenes que, al grito de "Fuera Sarkozy", rompieron escaparates y saquearon las tiendas de una de las principales paradas de metro en la capital parisina, que se encuentra dentro de la Estación del Norte. La batalla campal, que duró seis horas, se han saldado con 13 detenidos y dos trabajadores del metro heridos. El ministro francés del Interior, François Baroin, ha condenado esta "inaceptable violencia".

Los jóvenes, muchos de ellos con el rostro cubierto por pasamontañas, lanzaron mecheros, latas y otros objetos contundentes contra los policías, que respondieron lanzando bombas de gases lacrimógenos. Los gases se propagaron por los pasillos subterráneos y la estación de trenes y los servicios sanitarios tuvieron que evacuar al menos a una mujer, que presentaba un cuadro de intoxicación por inhalación de gas. Los enfrentamientos, que obligaron a cerrar la estación durante varias horas aunque la red ferroviaria de larga distancia y la terminal de Eurostar permanecieron operativas, se originaron sobre las 16.00 horas tras una pelea entre un viajero y dos inspectores.

El hombre, que según la versión policial viajaba sin billete, propinó varios puñetazos a los inspectores, que realizaban un chequeo rutinario de billetes, según explicaron fuentes oficiales de la empresa municipal de transportes (RATP). El presunto infractor, que tiene 32 años y está fichado por 22 actos violentos por los que ha sido detenido en 13 ocasiones, fue arrestado por los gendarmes, mientras decenas de jóvenes iban concentrándose en actitud violenta. En apoyo del detenido, varios jóvenes atacaron a los inspectores y se enfrentaron a agentes de Policía que patrullaban por la estación.

Una "violencia inaceptable, intolerable"

"Los proyectiles alcanzaron a los inspectores, al igual que los agentes que fueron a asistirles", el oficial de la Unión policial Fuerza Obrera, Luc Poignant. Después de una breve calma, los enfrentamientos se reanudaron entre decenas de jóvenes, a los que se unieron otros radicales, y las fuerzas del orden. Tardaron ocho horas en desalojar la céntrica estación, que no volvió a la normalidad hasta las 22.00, tras más de seis horas de guerrilla urbana. Según la Prefectura de policía, 13 personas han sido arrestadas, y dos agentes de la RATP han resultado heridos. En cuanto a los daños, que aún no han sido evaluados, se encuentran varios escaparates rotos y numerosas tiendas saqueadas. También destrozaron un fotomatón y los bomberos apagaron un incendio provocado en una papelera.

Estos sucesos han despertado el temor a otra ola de violencia juvenil como la del otoño de 2005, que azotó durante tres semanas decenas de barrios conflictivos de la periferia de París y otras grandes ciudades, lo que llevó al Gobierno a decretar temporalmente el estado de emergencia. Además, se debate si la policía se excedió a la hora de contener a los jóvenes. El portavoz del Partido Socialista, Julien Dray, considera que los enfrentamientos "ilustran el clima de tensión que vive el país y la falla que se ha abierto entre la población y la policía".

Para el ex ministro del Interior y candidato conservador a la Presidencia de Francia, Nicolas Sarkozy, los agentes se limitaron a hacer su trabajo. "Somos el único país del mundo en el que se considera que arrestar a alguien porque no paga su billete (de metro) no es normal", aseguró Sarkozy, contra quien se dirigieron buena parte de los insultos de los jóvenes anoche en la estación del Norte. El sucesor de Sarkozy al frente de Interior ha explicado esta mañana a la emisora Europe 1: "Un control normal de las fuerzas del orden degeneró en una guerrilla urbana, en violencia inaceptable, intolerable".