Los huelguistas de Francia y Alemania prolongan los paros
Fisuras en los sindicatos franceses, cuyas cúpulas quieren negociar
Los sindicatos de los transportes públicos de Alemania y Francia amenazaron el viernes con continuar los paros que han sembrado el caos en ambos países esta semana. El sindicato alemán de maquinistas (GdL) advirtió de que reanudará la próxima semana la huelga que casi paralizó el país hasta las dos de la pasada madrugada. El GdL exige que la empresa pública Deutsche Bahn (DB), los ferrocarriles alemanes, presenten antes del lunes "una oferta seria de negociación y no un envoltorio engañoso". La dirección de los ferrocarriles está dispuesta a resistir "para no convertirse en rehenes del sindicato de maquinistas".
El Gobierno federal, propietario de los ferrocarriles, asiste un poco como convidado de piedra. El respeto a la autonomía de las partes en las negociaciones de los convenios colectivos es un dogma que todos los gobiernos respetan en Alemania. No obstante, el ministro federal de Transporte, el socialdemócrata Wolfgang Tiefensee (SPD), apeló a que las partes se "dejen de tonterías" y se sienten a negociar. Los institutos de investigación económica no se ponen de acuerdo al evaluar las repercusiones el conflicto.
En Francia, la huelga de los transportes públicos se extendiente este fin de semana y, probablemente, enlace con la de los funcionarios convocada para el próximo martes. Los sectores más radicales de la militancia sindical, que rechazan cualquier reforma de los regímenes especiales de pensiones, se impusieron ayer en las asambleas que votaron la prolongación del conflicto, desafiando al Gobierno, que se niega a abrir el diálogo mientras continúen los paros, y a las cúpulas de las centrales sindicales, que no esconden su deseo de negociar.
Uno de los siete sindicatos implicados en el conflicto, la CFDT, hizo un llamamiento a desconvocar la huelga. En el otro extremo, el sindicato Sud-Rail, titulaba su boletín: "Tenemos más que ganar con la huelga que con la reforma". La participación en la huelga descendió ayer una vez más, situándose en un 32,2% de los trabajadores, frente al 48,8% del jueves.