_
_
_
_
_

El imperio Gazprom apuntala en el poder al heredero político de Putin

Medvédev procede de la empresa de gas, que cubre el 20% del presupuesto ruso

Pilar Bonet

Gazprom, el monopolio del gas ruso y la mayor empresa mundial en su género, se cierra en banda a reformas que amenacen su integridad. En vísperas del relevo presidencial en el Kremlin, Gazprom tiene muchos proyectos ambiciosos esbozados y bastante menos, concluidos. "Lo más importante es que Gazprom no se fragmentará", advierte Alexandr Medvédev, vicepresidente ejecutivo de la compañía y responsable de su exportación, en una entrevista con EL PAÍS.

La prioridad de la compañía es ahora el mercado interno ruso

El imperio Gazprom tiene unos 400.000 empleados privilegiados social y materialmente. El relevo al frente del Estado es también el relevo al frente de Gazprom. Dmitri Medvédev, el delfín político de Putin, tendrá que dejar su cargo de presidente del consejo de directores del Gazprom.

El gigante del gas no retomará los planes de reforma barajados al iniciarse el mandato de Vladímir Putin. Aplicar a Rusia los modelos de fragmentación del sector de gas que hoy debate la UE -productores por un lado, transportistas por el otro- "sería un escenario de película de horror", afirma el ejecutivo.

Bajo el lema "de victoria en victoria", Putin y su delfín celebraron este mes el 15 aniversario de Gazprom. En una fiesta en el Kremlin, Putin dijo haber cumplido su promesa de no permitir la fragmentación de la compañía, que se valora en 350.000 millones de dólares [236.000 millones de euros] y cuyos impuestos son el 20% del presupuesto de Rusia.

La prioridad oficial hoy es el mercado interno ruso de gas, que en 2011 equiparará sus precios con los internacionales, es decir, que los calculará con la fórmulas empleadas en Europa.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

No son buenas noticias para el consumidor ruso, pero sí para Gazprom, que aumentará sus beneficios. El desarrollo del mercado interno "va a tener una mayor influencia en nuestras inversiones", afirma Medvédev. "Cada nuevo proyecto [en el mercado exterior] se examinará en función de la equiparación de precios del mercado interior con los de exportación. Los compromisos se cumplirán". Dice Medvédev que en el mercado ruso "aumentará la demanda de gas y también el peso de los productores independientes".

En 2007 Rusia produjo 653.000 millones de metros cúbicos de gas. De ellos, cerca de 548.500 millones fueron de Gazprom (556.000 en 2006). El consumo de gas en Rusia descendió un 0,5% y el invierno benigno hizo que Gazprom redujera su exportación a la UE de 161.500 millones de metros cubicos en 2006 a 147.000 millones en 2007.

Gazprom ha renunciado a construir una planta de licuefacción de gas en el Báltico que interesaba a las españolas Iberdrola y Repsol. Antes, animó a la argelina Sonatrach y a la italiana ENI a participar a un concurso que no se celebrará. "La venta del gas en el mercado interior es más atractiva que comprimir el gas en la planta del Báltico y exportarlo", afirma. Para Sonatrach "buscaremos otros proyectos", dice Medvédev, que rehúsa hablar de estancamiento en la relación con los argelinos, pese a la falta de planes concretos.

Hace unos años el presidente ejecutivo de Gazprom, Alexei Miller, advertía a los europeos que, si se ponían caprichosos, el consorcio miraría hacia Asia. El dilema no es actual. Los socios europeos ya firmaron sus contratos a largo plazo con Gazprom y las exportaciones de gas ruso a China -hoy inexistentes- se complican con dificultades ecológicas y financieras.

Actualmente, el 80% de las exportaciones de Gazprom a Europa pasa por Ucrania. Este porcentaje se rebajará al 50%, cuando se construya la corriente del Norte, que unirá a Rusia con Alemania por el fondo del Báltico, y la corriente del Sur, desde el mar Negro hasta Italia con ramas por Bulgaria y Serbia.

La Corriente del Norte se topa con las reticencias medioambientales de los Estados ribereños del Báltico y con restricciones legales en Alemania. Preguntado por el encarecimiento y retraso del proyecto, Medvédev se irrita. "Por desgracia, los productos que necesitamos tienden a encarecerse y si yo estuviera en el lugar de la UE me fijaría en los proveedores que comienzan a retorcer el brazo a los dueños de proyectos de abastecimiento". "La UE debe comprender que, si necesita gas, tiene que crear condiciones para que el gas [ruso] le llegue a tiempo, porque si no, nadie más lo va a suministrar".

Niega Medvédev que la directiva de Gazprom festejara el "entierro de Nabucco", el proyecto de gaseoducto apoyado por la UE, que compite con la corriente del Sur. "Nosotros tenemos gas, mercado y socios", señala, como si mencionara tres ases imbatibles. ¿Y la OPEP del gas? "La colaboración de los productores se desarrollará, pero compararla con la OPEP del petróleo es inadecuado. Debemos responder a los desafíos en producción, transporte y suministro", afirma.

El ministro de Finanzas, Alexei Kudrin, aboga por un control gubernamental del endeudamiento de las empresas estatales. "No hemos agotado nuestra capacidad de pedir créditos. La deuda no nos preocupa", asegura. El monto de la deuda de Gazprom era cerca de 20.000 millones de euros a largo plazo en 2006.

Dmitri Medvédev, delfín de Putin y presidente de Gazprom.
Dmitri Medvédev, delfín de Putin y presidente de Gazprom.REUTERS / NATALIA GOLOUBEVA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_