_
_
_
_
_

El jefe militar de EE UU en Irak afirma que los avances en seguridad son "frágiles y reversibles"

En su comparecencia semestral ante el Senado, el general David Petraeus recomienda suspender el retiro de efectivos y dar un plazo de 45 días después de julio para evaluar la situación

El jefe militar estadounidense en Irak, David Petraeus, dijo ayer ante el Senado que los avances en Irak son "frágiles y reversibles", en un esperado informe acerca de los resultados tras un año del aumento de tropas norteamericanas en ese país. A pesar de las mejorías en seguridad en algunas partes de Irak, Petraeus ha dicho a la comisión de Servicios Armados del Senado que "la situación en ciertas áreas es aún insatisfactoria y continúan innumerables desafíos".

"La situación de seguridad es significativamente mejor que hace quince meses, pero los progresos logrados son frágiles y reversibles", reconoció el general durante su comparecencia semestral ante el Legislativo.

En vista de que la situación continúa inestable, el general recomienda que se debería suspender el proceso de retiro de tropas de combate estadounidenses y dar un plazo de 45 días después del mes de julio, para permitir a los jefes militares evaluar la situación de seguridad.

Más información
El jefe militar de EEUU en Irak recomienda una pausa en la retirada de tropas del país
El Gobierno iraquí decreta hoy un toque de queda en Bagdad

"Al finalizar ese período, comenzaremos un proceso de evaluación para examinar las condiciones en el terreno y, en el trancurso del tiempo, determinar cuando podemos hacer recomendaciones para más reducciones (de tropas", ha dicho el general.

Estados Unidos está retirando hasta mediados de julio unos 20.000 efectivos después de un aumento de fuerzas el año pasado. Al ser consultado por los miembros de la comisión cuántos soldados prevé habrá en Irak a finales de este año, Petraeus ha dicho que no puede dar esa estimación.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Petraeus ha asistido a la comparecencia acompañado del embajador estadounidense en Bagdad, Ryan Crocker. Ambos fueron convocados de nuevo, como en septiembre pasado, para informar de los resultados la estrategia militar comenzada en enero de 2007, cuando se aumentó de 130.000 a 168.000 soldados el despliegue estadounidense en Irak.

Los tres aspirantes a la Casa Blanca, los demócratas Hillary Clinton y Barack Obama, así como el republicano John McCain, forman parte de la comisión y preguntarán a Petraeus sobre la situación iraquí durante la comparecencia de dos días. El incremento de la violencia de las últimas semanas ha lanzado a Irak de nuevo al frente de las campañas para las elecciones presidenciales de noviembre.

Críticas de los senadores

Al finalizar su informe, el presidente de la comisión, el senador demócrata por Michigan, Carl Levin, ha dicho que el plan de Petraeus de interrumpir el retiro de las tropas simplemente sería "la siguiente página de un plan de guerra sin una estrategia de salida".

Levin ha agregado que incluso los pequeños pasos políticos tomados por el Gobierno iraquí estaban en peligro debido a la "incompetencia y el excesivo liderazgo sectario" del primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki.

El senador por Arizona y candidato republicano John McCain ha mostrado una posición más optimista, y ha dicho que ve una genuina perspectiva de éxito en Irak, y ha advertido de que un fracaso podría requerir el regreso de los soldados estadounidenses en una guerra más amplia.

Por su parte, la candidata demócrata Hillary Clinton ha dicho a Petraeus que EE UU debería comenzar a retirar sus tropas de Irak para enforcarse en problemas en otras partes. "Creo que es momento para comenzar un proceso ordenado de retiro de nuestras tropas, de comenzar a reconstruir nuestras fuerzas militares y enfocarnos en los desafíos representados por Afganistán, los grupos terroristas mundiales y otros problemas que afrontan los estadounidenses", ha dicho Clinton.

No habrá "bases permanentes"

El embajador Crocker ha aprovechado la ocasión para asegurar que Estados Unidos no establecerá "bases permanentes" en Irak, aunque sí reconoció que Washington mantendrá su presencia militar más allá de fin de año, cuando expira el mandato de las Naciones Unidas para la intervención multinacional.

El mandato de la ONU para la presencia de una "fuerza multinacinal" en Irak expira el 31 de diciembre de 2008, y los términos del acuerdo que la Administración Bush negocia con Bagdad serán motivo de otra audiencia en el Senado este jueves próximo.

La comparecencia de Petraeus y Crocker fue interrumpida brevemente en dos ocasiones por un pequeño grupo de manifestantes que mostraron carteles en contra de la guerra y profirieron algunos gritos aislados.

Añade que la seguridad en el país es mucho mejor que hace 15 mesesVídeo: ATLAS

Washington negocia con Bagdad una presencia militar "indefinida" en Irak

Estados Unidos negocia con el Gobierno iraquí para sentar las bases para una presencia militar indefinida en Irak, según un borrador de acuerdo de carácter confidencial entre Washington y Bagdad publicado por el diario británico The Guardian. El acuerdo estratégico entre los dos gobiernos, que lleva la fecha de 7 de marzo y la clasificación de "secreto", debe sustituir al actual mandato de la ONU y autoriza a Estados Unidos a "llevar a cabo operaciones militares en Irak y detener a individuos cuando sea necesario por motivos imperativos de seguridad".

Esa autorización se califica de "temporal" y el acuerdo señala que EE UU "no desea bases permanentes o una presencia militar permanente" en el país árabe. Sin embargo, señala The Guardian, dado que no se fija un límite de tiempo ni se imponen restricciones a la presencia militar de EE UU, el plan suscitará probablemente fuerte oposición tanto en Irak como en EE UU.

Los críticos iraquíes del documento señalan que el acuerdo no impone límites al tamaño de las fuerzas estadounidenses, al tipo de armas que podrán utilizar, a su estatus legal o al poder que tendrán sobre los ciudadanos iraquíes, cosas que van mucho más lejos que cualquier acuerdo de seguridad firmado por Washington con otros países.

Según el periódico, se espera que se monte una fuerte oposición al acuerdo en el Parlamento a la vista de los recientes choques armados en Basora entre las tropas gubernamentales iraquíes y el Ejército de Al Mahdi de Múqtada Al Sáder y las amenazas del Gobierno de Bagdad de impedir a los partidarios de ese clérigo radical participar en las elecciones regionales de este otoño.

Una fuente suní ha dicho al periódico que la sensación que reina en Bagdad es que se va rechazar el acuerdo en su redacción actual, especialmente tras los sucesos de las últimas semanas, pues aunque el documento satisfaga más o menos al actual gobierno iraquí, no ocurre lo mismo con el Parlamento.

El plan también puede resultar polémico en Washington. Los congresistas demócratas, incluido el senador Edward Kennedy, han argumentado que va más lejos que otros acuerdos de ese tipo y equivale a un tratado, que, según la Constitución estadounidense, debe ser ratificado por el Senado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_