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Un juez inculpa a Chirac por un segundo caso de corrupción

El sumario corresponde a su etapa de alcalde de París

Antonio Jiménez Barca

Al ex presidente francés Jacques Chirac, a sus 77 años, le cercan viejos fantasmas de su etapa de alcalde y los escándalos de corrupción que acompañaron su mandato. Hace un mes y medio se supo que deberá acudir a juicio acusado de abuso de confianza y desvío de fondos públicos al haber amparado, según la fiscalía, la creación de 21 empleos municipales inexistentes de los que se beneficiaban amigos o conocidos suyos.

Ayer, el que fue jefe del Estado francés desde 1995 a 2007, dos veces primer ministro y alcalde de 1977 a 1995, testificó ante el juez acusado también de presunta corrupción por algo parecido aunque no idéntico: el haber amparado un sistema ilegal por el cual miembros del partido que él fundó, el Reagrupamiento por la República (RPR) -antecedente de la actual Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Nicolas Sarkozy-, cobraban un sueldo que procedía directamente del Ayuntamiento. El veterano político francés se enfrenta a una petición de pena de cinco años de cárcel y una multa de 75.000 euros.

El político francés pidió un ascenso para una funcionaria que no existía

Uno de los jueces que ha investigado este caso, que se remonta a comienzos de los noventa, asegura que Chirac "conocía por fuerza el sistema que se había puesto en marcha y lo favorecía". La instrucción también se apoya en una carta, fechada en diciembre de 1993 -cuando Chirac era alcalde de París-, que pide a su Administración que se ascienda a una determinada empleada municipal. No había tal funcionaria: la mujer en cuestión confesó después que ella sólo había trabajado para el RPR. Chirac explicó años después que él había firmado "rápidamente", sin darse cuenta.

Este caso no es nuevo; al contrario. La instrucción comenzó en 1995 y por él fue condenado, a un año de cárcel sin pena, el ex primer ministro Alain Juppé, que en la época investigada era secretario general del RPR y adjunto a la alcaldía de París.

Chirac, hasta ahora, se había beneficiado de su inmunidad presidencial para eludir estos dos casos -y otros- de presunta corrupción. Desde hace un mes y medio ya no puede eludirlos. Ayer, el juez se entrevistó con él en un "lugar neutral", en palabras del abogado del ex presidente: en las dependencias del mediador de la República. Allí, Chirac se explicó durante 20 minutos sin que el juez le hiciera ninguna pregunta. "Sobre el fondo de la cuestión, el ex presidente ha negado que existiera sistema alguno" para procurar empleos ficticios o sueldos fraudulentos, se apuntaba en un comunicado emitido por su oficina.

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Chirac gozaba en los últimos meses de una repentina popularidad. Él mismo se prodigaba poco en los medios de comunicación, evitaba criticar a Nicolas Sarkozy y se concentraba en sus fundaciones y su afición por el arte chino. No aludía para nada a los episodios de corrupción durante su etapa de alcalde. Ya hay dos en los que se encuentra directamente implicado. No sería extraño que resultara imputado por alguno de los otros expedientes abiertos, relacionados con pisos de la alcaldía que servían para pagar favores y con comisiones ilegales por obras municipales.

El ex presidente francés, Jacques Chirac, en noviembre.
El ex presidente francés, Jacques Chirac, en noviembre.AFP

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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