La justicia libanesa exige la detención de Gaddafi por el secuestro de un imán

Un juez de instrucción del Líbano ha ordenado este miércoles la detención del líder libio, Muamar al Gaddafi, por su presunta vinculación con la desaparición del imán Musa Sadr y dos de sus compañeros, hace 30 años, informaron fuentes judiciales. El magistrado Samih el Hajj acusó a Gaddafi de "haber incitado al secuestro", el 31 de agosto de 1978, del imán Sadr(chií), del jeque Mohamed Yaacub y del periodista Abas Badredin. También ha acusado al presidente libio de "incitación a la guerra civil y a conflictos religiosos en el Líbano", una acusación que puede ser castigada con la pena de muerte. Además de Gadafi están acusadas otras seis personas por los mismos hechos.

No es la primera vez que Gaddafi es perseguido por la Justicia libanesa. Aunque en 1986 el caso fue cerrado por falta de pruebas, en agosto del 2004 la Fiscalía General anunció que volvía abrirlo tras la existencia de nuevos elementos en ese expediente. En agosto de 2007 se emitió una orden de arresto contra Gadafi y los otros seis acusados, que ahora ha sido ratificada por el juez de instrucción.

Desde el secuestro de Sadr, la comunidad chií no ha cesado de pedir cuentas a Libia, que siempre ha negado estar implicada en esos secuestros, ocurridos durante una visita que los desaparecidos hicieron en ese país por invitación de Gaddafi. Sadr, nacido en Irán, estudió teología en ese país y en Irak, y en 1960 llegó al Líbano, donde comenzó a defender a su comunidad, que calificaba de "desheredada", y a comienzos de la guerra civil libanesa formó la milicia chií Amal, ahora presidida por el jefe del Parlamento, Nabih Berri.

Cada año, su desaparición es conmemorada en el Líbano, donde antes de su desaparición preconizaba la tolerancia religiosa, al mismo tiempo que organizó su comunidad, a la cual ahora pertenece el grupo Hezbolá (Partido de Dios), islamista y subvencionada por Irán.