_
_
_
_
_
ELECCIONES EUROPEAS REINO UNIDO

Los laboristas de Gordon Brown obtienen unos resultados "terribles"

El racista Partido Nacional Británico arrebata un escaño al laborismo y logra entrar por primera vez en la Cámara.- Aumentan las presiones para que Brown dimita

El Partido Laborista británico del primer ministro Gordon Brown ha sufrido su peor resultado electoral en unas elecciones europeas al quedar como tercera fuerza política en los comicios a la Eurocámara. Solo han logrado un 15,3% de los votos, mientras que el Partido Conservador se ha confirmado como la fuerza con más apoyos, aunque no ha logrado incrementar su ventaja ya que obteniendo un 28,6%. Uno de los nuevos ministros del gabinete de Brown, Peter Hain, reconoció anoche que los resultados iban a ser "terribles", informa Walter Oppenheimer.

Mientras los conservadores han afianzado su carrera hacia el Gobierno, al conseguir 24 escaños, uno más que en las anteriores elecciones, los laboristas han perdido cinco eurodiputados y se quedan con 11 en total. El Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés) ha emergido como segunda fuerza política del país al lograr un 17,4% de los votos y 13 escaños en el Parlamento Europeo, según informa la BBC.

Más información
La derecha gana terreno en Europa
Victoria opositora y moción de censura contra el Gobierno
El PPE acelera la reelección de Barroso al frente de la CE
Los laboristas cierran filas en torno a Brown
Brown: "Podría irme mañana"

La novedad de estos comicios ha sido el ultraderechista Partido Nacional Británico (BNP), que ha conseguido arrebatar un escaño al Partido Laborista de Brown. Es la primera vez que un partido que ha pedido la prohibición de entrada para los inmigrantes obtiene un escaño en unas elecciones de ámbito nacional. Los liberal demócratas también han subido, aunque únicamente en un eurodiputado: han obtenido el 13,9% de los votos y un total de 11 escaños. Les siguen, a mayor distancia, Los Verdes, que han logrado un 8,7% de los votos y dos escaños.

Brown, en el alero

Las presiones para que Gordon Brown dimita van en aumento. La ministra de Ambiente, Jane Kennedy, ha dicho que no puede respaldarlo como líder. La tormenta ha obligado al primer ministro a dirigirse a los diputados laboristas en el Parlamento hoy a las 1800 GMT (2000 hora peninsular), como parte de sus acciones para mantenerse en el cargo a pesar de la contracorriente, informa la BBC.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Lord Charles Falconer, ex ministro de Justicia y un íntimo amigo de Tony Blair que no quiso seguir en el Gobierno cuando este cedió el paso a Brown, se pronunció ayer a favor de un cambio de líder. "Necesitamos unidad por encima de todo. ¿Podemos conseguir esa unidad bajo el actual liderazgo? No estoy seguro de que podamos", declaró en la BBC.

"Creo que nos estamos moviendo con moderada rapidez hacia la necesidad de un cambio y ese cambio puede necesitar un nuevo liderazgo", añadió Falconer. "A la luz de lo que está ocurriendo, alguno -y creo que más de uno- puede decidir si desea o no que se den las 70 firmas que serían necesarias para retar al líder", concluyó. Una serie de diputados lanzaron la semana pasada una discreta recogida de firmas a través de un correo electrónico anónimo. Aunque esa conspiración pareció quedar bajo control tras la remodelación de Gobierno del viernes y el apoyo de los barones del partido a Brown, su reactivación o no dependía en gran parte de los resultados de las europeas.

John Cruddas, un respetado diputado de a pie que representa al ala moderadamente izquierdista del grupo parlamentario laborista, se declaró abiertamente contrario a la marcha de Brown. "Sería una locura", declaró. Alan Johnson, favorito para sustituir al primer ministro pero contrario a que este se vaya, volvió a expresar su lealtad a Brown: "No estoy de acuerdo con que un regicidio vaya a unir al partido. Creo que Gordon Brown es la persona más adecuada para el cargo".

Pero otros en el seno del Gobierno parecen tener más dudas. La ministra Tessa Jowell, sempiterna blairista, se vio obligada a emitir ayer una nota en apoyo de Brown después de que unas declaraciones suyas al programa de BBC Radio 4 The World This Weekend se interpretaran como una invitación a conspirar contra él.

"Si Gordon Brown llegara a la conclusión de que es personalmente un obstáculo para la recuperación de los laboristas", dijo primero, "en ese caso, por supuesto, haría como hizo Tony Blair en los malos tiempos". Es decir, marcharse. "Gordon Brown no debería dimitir. Debería seguir con su trabajo y todos deberíamos unirnos tras él", aclaró luego Jowell en un comunicado.

Aumenta la presión sobre el primer ministro británico mientras su homólogo italiano triunfa pese a los escándalos.Vídeo: AGENCIA ATLAS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_