La llama olímpica llega a Pekín entre fuertes medidas de seguridad

La llama olímpica ha llegado hoy, en medio de grandes medidas de seguridad, al aeropuerto de Pekín. Lo ha hecho a bordo de un Airbus A330 de Air China especialmente preparado por el Comité Organizador de los JJOO de Pekín (BOCOG). Zhou Yong Kan, miembro del Politburó del Partido Comunista, ha sido el encargado de recibir el fuego de manos del presidente del BOCOG, Liu Qui, que recibió el fuego olímpico en Atenas.

La Plaza de Tiananmen, totalmente engalanada de banderas chinas y cerrada al público desde anoche, ha sido la segunda parada de la llama. Los tres jóvenes portadores han llegado a la plaza con el fuego sagrado de Olimpia. En el centro, se había instalado una reproducción del altar sagrado del Templo del Cielo, en el que los emperadores hacían ofrendas a los dioses, y que ha sido el pebetero.

Los principales líderes del Gobierno chino - el presidente Hu Jintao, el vicepresidente Xi Jinping- y miles de personas han asistido a esta ceremonia en la que han participado más de 4.000 artistas entre bailarines, equilibristas y luchadores de kung fu.

Los periodistas, unos 600, y más de 4.000 artistas y voluntarios han logrado acceder a esta emblemática plaza que ha estado rodeada de impresionantes medidas de seguridad a causa de los incidentes de los últimos días. Aquellos que han querido acudir a la ceremonia han tenido que pasar antes por arcos detectores de metales y dejar en manos de la policía hasta los mecheros, según ha relatado uno de los asistentes.

Tras el acto el fuego se separará en dos partes. Una de ellas irá a Lhasa, capital del Tíbet, donde esperará que las condiciones meteorológicas permitan subirla al Everest. La otra viajará en avión a Alma Ata (Kazajistán) para empezar el recorrido por el mundo antes de regresar de nuevo a Pekín para la inauguración de los Juegos.