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La lucha entre grupos palestinos causa 11 muertos en Gaza

Incluso los representantes egipcios en la franja de Gaza, encargados de anunciar ayer por la mañana una nueva tregua entre las facciones palestinas, sabían que el pacto tenía escaso valor. "Papel mojado. Tarde o temprano, volverán a matarse", decía uno de ellos en una jornada que acabó con 11 muertos y decenas de heridos.

Tras una hora de engañosa calma, milicianos de Al Fatah y Hamás se enzarzaban en un tiroteo en Gaza, cuyas calles pertenecen completamente a los hombres armados. Una escena que se extendió rápidamente en diversos puntos de la franja, siendo especialmente intensa y mortal en el hospital de Beit Hanun, al norte de Gaza y que se cobró la vida de cinco personas. Mohamed Udah, enfermero, explicó que "tres encapuchados entraron en una sala y dispararon a un hombre y sus dos hijos", miembros de la familia Masri, simpatizante de Al Fatah.

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A raíz de los tiroteos, se produjo un corte de electricidad que puso en peligro a muchos de los pacientes. Al Fatah quiso responder con la misma moneda y uno de sus comandos lanzó proyectiles de mortero contra sus rivales de Hamás en el hospital de Shifa, en la ciudad de Gaza.

Entre las víctimas de ayer se encuentra un destacado dirigente del brazo armado de Hamás, dos miembros de los organismos de seguridad fieles al presidente, Mahmud Abbas, y un destacado dirigente de Al Fatah en el norte de la franja de Gaza. Asimismo, hubo enfrentamientos armados entre palestinos en el campo de refugiados de Shati, en la costa; en la localidad de Beit Lahia, en el norte de la franja, y el citado de Beit Hanun, también en el norte. También hubo varios secuestros y un intento de matar a un ministro de Hamás. "Todo el mundo dispara contra todo el mundo", resumió un médico del hospital de Beit Hanun.

Ataque a Haniya

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El Gobierno de unidad palestino, presidido por el islamista Ismail Haniya y que forman los dos grupos en guerra, no sólo se ve impotente para frenar los rebrotes de violencia, sino que ayer la sufrió en sus propias carnes, al ser atacada la sede en la que se citaron los ministros. La reunión tuvo que ser anulada y Haniya fue evacuado por temor a ser alcanzado por las balas.

Los disparos contra la sede gubernamental fueron la continuación al ataque de Al Fatah en la madrugada del domingo contra el domicilio del primer ministro. Si hace unos días Haniya evitaba aparecer en público ante las amenazas del Gobierno israelí, que advertía que "nadie en Hamás goza de inmunidad", ayer volvió a la clandestinidad para evitar ser el blanco de los milicianos de Al Fatah.

Bajo la sombra de los enfrentamientos armados, ayer se dieron a conocer los resultados de una encuesta demoledora: el 92% de los palestinos encuestados confiesa sufrir depresión. Motivos no les faltan.

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