Una maleta muy anhelada

Lo que los familiares de los guerrilleros desaparecidos y ejecutados por la dictadura militar en Araguaia, en el sur del brasileño Estado de Pará (1972-1975), buscaban desde hace años se encuentra en una maleta de piel roja, llena de documentos de la época, que han sido entregados al diario O Estado de São Paulo por el militar Sabastião Curió Rodríguez de Moura. Algunos de los documentos están escritos por él mismo de puño y letra. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva había pedido hace sólo unos meses a los que conservaran aún documentos secretos sobre aquella época, militares o civiles, que los entregaran al Gobierno.

Un primer análisis de los papeles contradice la tesis sostenida hasta ahora por los militares de que no existían noticias sobre la lucha contra los guerrilleros de Araguaia porque no se habían conservado documentos de la época o habían sido quemados. Contradice además la tesis defendida hasta hoy, y que nunca ha sido aceptada por los familiares de las víctimas, de que sólo 25 guerrilleros habían muertos. Según los documentos entregados, el número asciende a 41.

De lo encontrado en la maleta de piel roja queda claro también algo muy importante: que los guerrilleros no fueron asesinados mientras combatían, con las armas en la mano, como han defendido siempre los militares, sino que fueron ejecutados después de haber sido capturados. Uno de los documentos que analiza la muerte de los combatientes cuenta, por ejemplo, que al guerrillero de São Paulo Antonio Guillerme Ribas, conocido como Zé Ferreira, le fue cortada la cabeza y enviada a Xambiorá.

Los documentos entregados voluntariamente después de 34 años por Curió, el militar vivo más conocido del régimen, que combatió la tercera y definitiva campaña de lucha contra la guerrilla en la Amazonia, confirman la tesis sostenida por el periodista e historiador Elio Gaspari que defiende, en su obra A ditadura escancarada, que entre las leyendas sobre la guerrilla "la más embustera es la de los comandantes, que se niegan a admitir la existencia de dicha guerrilla, y la política de exterminio que fue practicada contra ella".

En aquella ocasión, el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) había reclutado 98 guerrilleros, 78 en las grandes metrópolis y 20 en la región, para luchar contra la dictadura militar en Araguaia. Para combatirlos fueron enviados 5.000 militares por el Gobierno de la dictadura. Hubo tres intentos de acabar con la guerrilla. Sólo a la tercera lo lograron.

El Ministerio Público de la República acaba de reabrir las investigaciones sobre los desaparecidos políticos durante el régimen militar. Según Antonio Fernando Souza, procurador general de la República, los secuestros de personas vivos o muertos son crímenes en curso, por tanto, no entran en la ley de Amnistia proclamada por los Gobiernos de la democracia. Asimismo, el Ministerio de Defensa, en mayo pasado creó un grupo de trabajo para identificar los cuerpos de militares y guerrilleros muertos, de los cuales sólo han podido encontrarse hasta el momento los restos de unos pocos. Según los familiares de las víctimas, porque nunca se ha querido buscar de verdad.