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Las memorias de Zhao Ziyang rompen el silencio sobre Tiananmen

Dos décadas después de ser defenestrado y cuatro años después de su muerte, el líder reformista chino Zhao Ziyang ha roto el silencio oficial que rodea la matanza de la plaza Tiananmen (1989). Zhao dejó grabadas más de 30 horas con sus memorias, que acaban de ser publicadas en un libro.

El entonces secretario general del Partido Comunista fue destituido por Deng Xiaoping por oponerse al uso de las armas para acabar con las protestas. Zhao fue acusado por el primer ministro, Li Peng, su mayor enemigo, de apoyar las revueltas y dividir el partido.

"En la noche del 3 de junio, mientras estaba sentado en el patio de mi casa con mi familia, oí numerosos disparos. (...) Una tragedia que conmovería al mundo no había sido evitada", dice Zhao, según Reuters.

El dirigente chino, que vivió bajo vigilancia domiciliaria hasta su muerte en enero de 2005, rechaza la posición oficial de que los manifestantes formaban parte de una conspiración anticomunista. "Dije en aquel momento que la mayoría de la gente sólo nos estaba pidiendo que corrigiéramos nuestros errores, no estaba intentando derribar nuestro sistema político". Los estudiantes y trabajadores se quejaban de la gran corrupción imperante.

Grabaciones secretas

La grabación secreta fue repartida entre varios confidentes y sacada fuera de China. A partir de ella ha sido redactado el libro Prisionero del Estado: diario secreto del primer ministro Zhao Ziyang, que ha sido publicado en Hong Kong. Casi con toda seguridad será prohibido en China continental.

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Las memorias van a incomodar, ya que contradicen la versión oficial y sacan a la luz numerosos detalles de lo acontecido aquellos días. El Gobierno ha intentado borrar de la memoria colectiva toda referencia a las protestas de Tiananmen, y ha afirmado que el gran progreso económico que ha experimentado el país en las dos últimas décadas prueba que la decisión de enviar los tanques fue la correcta. Pekín nunca ha revelado cuánta gente murió, aunque se estima que fueron varios cientos.

Zhao defiende que China debe caminar, gradualmente, pero sin demora, hacia la democracia de estilo occidental, porque "el sistema parlamentario democrático es el que ha mostrado mayor vitalidad". "Si no nos movemos hacia este objetivo, será imposible solucionar las condiciones anormales de la economía de mercado china", señala.

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