Cinco muertos en un ataque de la resistencia contra la 'zona verde'

Cinco civiles iraquíes, entre ellos un niño, murieron ayer en un ataque de la insurgencia contra la zona verde, el perímetro fortificado que alberga a las fuerzas ocupantes en Bagdad. Al parecer, dos obuses cayeron fuera de ese recinto, junto al Tigris, y alcanzaron a un grupo de personas que se estaban bañando en el río a primera hora de la tarde. Un comunicado militar se hizo eco del fallecimiento sobre la misma hora de un soldado norteamericano por la caída de un cohete sobre una base sin especificar, con lo que se eleva a 629 el número de muertos en combate.

Poco después, un audaz ataque de la insurgencia contra un avión militar causó la muerte de uno de sus tripulantes. No indica si se trata de un civil o un militar. El Hércules C-130 acababa de despegar a las cinco de la tarde del aeropuerto internacional de Bagdad, una de las zonas mejor protegidas, cuando resultó alcanzado por fuego de armas ligeras, según anunció el general Mark Kimmitt. En Jalawla, a 120 kilómetros al norte de la ciudad de Bakuba, murieron en un ataque armado seis miembros de la Guardia Nacional.

Fuentes hospitalarias de Hilla elevaron ayer a 23 los muertos y a 58 los heridos, varios de ellos graves, tras el doble atentado con coche bomba que el sábado sacudió esa ciudad de mayoría chií situada a 100 kilómetros al sur de Bagdad.

No hay noticias de los tres trabajadores turcos a los que el grupo Yamaat al Tawhid ual Yihad (Asociación para el Monoteísmo y la Guerra Santa) amenaza con decapitar si Turquía no retira a los empresarios que trabajan con los ocupantes. El ministro turco de Defensa declaró ayer que su país no acepta el ultimátum. El plazo concluye mañana.