_
_
_
_
_

Bachelet anuncia medidas de emergencia para paliar los destrozos del seísmo registrado en el sur de Chile

Al menos cinco personas han muerto y varias continúan desaparecidas

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha anunciado un paquete de medidas para paliar los efectos del seísmo de magnitud 6,2 en la escala de Richter registrado en la tarde del sábado al sur del país. Al menos cinco personas han muerto y otras cinco permanecen desaparecidas después de ser arrastradas por olas hasta de seis metros de altura, provocadas por deslizamientos de tierra y rocas que cayeron al mar en la zona de Punta Tortuga, en el fiordo de Puerto Aysén -a más de 1.300 kilómetros al sur de Santiago-.

La mandataria ha anunciado el envío de fármacos, personal y un helicóptero para trasladar a posibles heridos. Fuentes en la zona han indicado el hallazgo de tres cadáveres. El número de personas desaparecidas podría llegar a diez.

En el lugar se registran desde el 22 de enero movimientos sísmicos con cientos de temblores, muchos imperceptibles, ocasionados por el magma de un volcán submarino, situado 200 metros bajo el nivel del mar en el fiordo de Aysén.

Equipos de rescate, carabineros, patrullas de la Armada y helicópteros del Ejército iniciaron la búsqueda de los desaparecidos. Entre las víctimas del seísmo, algunas de las cuales aún no han sido halladas, se encuentran miembros de una familia que vive en Punta Tortuga, dos personas que acompañaban una comitiva del alcalde de Aysén y trabajadores de empresas salmoneras.

Los deslizamientos de tierra y rocas hasta el mar, encajonado en los estrechos canales y fiordos en la zona, provocaron un "tren de olas", según la Oficina Nacional de Emergencias, que a su paso destruyeron pequeñas embarcaciones, viviendas y cultivos cerca de la costa y arrastraron árboles y personas.

El corresponsal del canal Chilevisión, Orlando Adriazola, que estaba en la zona colocando una antena, un minuto después que se había bajado de un bote captó las únicas imágenes de la marejada y huyó a los cerros cercanos. "Vimos que a un papá con su niña lo arrastró la ola y no lo devolvió. (...) Se nos vinieron encima árboles y algunas embarcaciones partidas por la mitad. Pensábamos que íbamos a morir en ese sector", relató.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_