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Tres muertos hacen temblar el Ulster

El asesinato de dos soldados y un policía amenaza los logros de diez años de paz entre católicos y protestantes - La policía ha detenido ya a seis sospechosos

Francisco Peregil

Están las viejas pistolas tiritando bajo el polvo. Esperando una provocación. Uno sale en Belfast del hotel Europa, que alberga el involuntario honor de ser el edificio más bombardeado del continente, camina un minuto hacia la derecha y topa con la figura negra de un terrorista protestante encapuchado, rifle en mano, pintado sobre el flanco completo de un edificio de dos plantas. Con la advertencia escrita: "Está usted entrando en el [barrio] lealista de Sandy Row, corazón en el sur de Belfast de los luchadores por la libertad". Firmado: Ulster Voluntary Force. Mucho ha llovido en Irlanda del Norte desde que los católicos republicanos y los protestantes unionistas acordaron la paz en 1998. Pero el agua no ha logrado despintar el mural. Y si lo hizo, alguien volvió a pintarlo. A ningún católico republicano se le ocurre pasar por ahí.

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Pocos metros más arriba hay uno semejante del IRA. Toda una industria turística floreció con la paz alrededor de los 183 murales de Belfast. Los taxis cobran el equivalente a 30 euros por mostrar durante una hora los símbolos urbanos de la guerra. Pero las advertencias de las paredes no son un mero reclamo turístico. Las casas que se encuentran más próximas a las de la comunidad enemiga han de alambrar sus patios para protegerlos de los artefactos que se lanzan desde la otra parte. Hay 43 muros de hormigón, hierro y alambres en esta ciudad de 400.000 habitantes, capital del Ulster, una tierra con 1,7 millones de habitantes y 3.600 víctimas caídas desde 1969, cifra que casi cuatriplica a las de ETA.

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Igual que los cuchillos que mentaba Federico García Lorca, en Irlanda del Norte continúan las viejas pistolas tiritando bajo el polvo. El IRA destruyó su arsenal en 2005. Pero los grupos que se escindieron en 1997 (IRA-Auténtico) y 1986 (IRA de la Continuidad) mataron el 7 de marzo a dos soldados y a un policía dos días después. La policía autonómica del Ulster ha arrestado a tres hombres de 37, 20 y 17 años en relación con la muerte del agente y detuvo ayer a otros tres, de 41, 31 y 21 años, vinculados con el asesinato de los dos soldados. Tras los atentados, la foto del mural pintado por una de esas escisiones del IRA ha dado la vuelta al mundo con un guerrillero encapuchado y una frase inequívoca: "Nosotros aún seguimos en guerra".

Líderes unionistas como el reverendo Mervyn Gibson ya han advertido en la prensa que habrá más asesinatos de protestantes, pero que ellos no deben responder a las provocaciones. En el bando contrario, Robert McClenaghan, de 51 años, asegura que los grupos disidentes no tienen ningún apoyo entre la población. McClenaghan es consejero del Sinn Fein, brazo político del IRA y socio de los unionistas en el Gobierno de coalición desde 1999. Representa ante los vecinos a Gerry Adams, el presidente del Sinn Fein. "Sumados los tres grupos disidentes: el IRA de la Continuidad, el IRA auténtico y el INLA, en total no podrían reunir ni a cien personas dispuestas a empuñar un arma. Una cosa son las fanfarronadas que se sueltan en los bares con una cerveza en la mano, y otra bien distinta es tener las agallas para echarse adelante. Aquí apodábamos a los del IRA de la Continuidad los rifles largos, porque solían emplear un armamento muy antiguo y porque sólo actuaban en el norte del Ulster".

El IRA de la Continuidad, al matar el lunes al policía Stephen Carroll, de 48 años, estaba aumentando el reto que ya había lanzado dos días antes el otro grupo separatista contra el propio Sinn Fein. Porque Carroll era uno de los 7.500 agentes de la PSNI (Police Service of Northern Ireland), creada en 2001 con el fin de que cada año se incorporasen el mismo número de agentes católicos y protestantes. Desde 2001 el número de católicos había ido aumentando hasta sumar ahora el 25% del total. Carroll era católico. El número dos del Sinn Fein y del Gobierno autónomo, Martin McGuinness, llamó traidores a sus asesinos. Y por primera vez en la historia de la policía autonómica, dos miembros del Sinn Fein asistieron el viernes al funeral del agente.

Ahora, son los disidentes del IRA quienes se sienten provocados por McGuinness. "Nosotros no reconocemos a esa policía como nuestra", señala Richard Wals, portavoz del Sinn Fein Republicano, brazo político de IRA de la Continuidad. "Que entre ellos haya católicos no significa que sean republicanos. Antes de 1922, cuando los británicos gobernaban toda la isla de Irlanda, el 80% de los policías eran católicos. Y reprimían a los católicos irlandeses republicanos. Para los unionistas la religión no es importante, lo mismo les da ser católicos que protestantes".

Los disidentes del IRA y del Sinn Fein tratan de aprovechar el desgaste que puede sufrir McGuinness tras diez años en el poder. Hay una parte del electorado republicano que ve cómo los viejos revolucionarios del IRA no consiguen solucionar los problemas del paro, la vivienda o la delincuencia. "Estamos padeciendo ahora los malos efectos de la paz", admite Danny Devenney, antiguo miembro del IRA, de 51 años. "Antes, el IRA mantenía a raya a los traficantes de drogas y luchaba contra la prostitución. Con sacar la pistola, nos bastaba. Pero ahora tenemos que afrontar los problemas normales de una sociedad normal".

Danny Devenney intentó atracar un banco en Belfast en 1973 junto a otros dos terroristas. Aquel día tomaron rehenes, llegó la policía, intercambiaron tiros, los terroristas se rindieron y Danny D., que es como le gusta ser llamado, pasó cuatro años en la cárcel y los aprovechó para aprender a pintar. Hoy es el autor de la mayoría de los murales pintados en la parte católica del Ulster. En 1974, poco después de que Danny D. fuese encarcelado, David Ervine, un terrorista del Ulster Voluntary Force fue detenido con un cargamento de explosivos. Pasó seis años en la cárcel. Después formó un partido unionista y murió hace dos años de un ataque al corazón. Hoy, su hijo, Mark Ervine, de 36 años, es el pintor más reputado entre los protestantes. Fruto de los acuerdos de paz, Danny y Mark se conocieron hace tres años y han llegado a pintar juntos un mural del Guernica cerca de la sede del Sinn Fein. A veces uno de ellos se atreve a entrar en la comunidad contraria. Pero siempre acompañado por el otro. "Sólo una vez en mi vida he entrado en el pub Madens", recuerda Mark Ervine. "Fue con Danny. Y la gente se me acercaba con curiosidad".

Danny D. se niega a llamar traidores a los asesinos de los dos soldados y el policía, tal como el número dos del Sinn Fein, Martin McGuinness, les ha llamado en público. "Yo no comparto el análisis que hacen ellos de la realidad. Pero los conozco. He pintado algún mural para el IRA-Auténtico, porque me han pedido alguna vez apoyo para sus presos, y no les llamaría traidores.

-Si McGuinness le pidiera que pintara un mural contra el IRA-Auténtico, ¿lo haría?

-McGuinness nunca me pediría eso. Pero creo que no lo haría. Trataría antes de hablar con ellos.

El mural más famoso de Irlanda del Norte es el que decora la oficina del Sinn Fein y en el que se ve a Bobby Sands, miembro del IRA muerto en la cárcel con 27 años en 1981 tras 66 días de huelga. Lo pintó Danny D. En la pared se puede leer una de las frases de Bobby Sands. "Nuestra venganza será la risa de nuestros niños". Pero la risa no termina de cuajar. Y la clave, según Barry McGuigan es precisamente la forma en que se educa a los niños. McGuigan es una de las pocas personas a la que se respeta por igual entre católicos y protestante. Fue campeón mundial de peso pluma, se casó con una protestante a la que conocía desde la infancia y desde hace 25 años, cada vez que se aproxima a un micrófono insiste en que se deberían promover en el Ulster los colegios mixtos, de católicos y protestantes. Sin embargo el 95% de los niños se educa en colegios no integrados. Si se ríen, lo hacen con los de su propia comunidad.

No obstante, la paz ha traído logros evidentes. "Ha aumentado la inversión extranjera. Y prueba de ello es que hay muchos más hoteles y más turistas", explica el conserje del hotel Europa, Martin Mulholland. "Una generación ha crecido sin tener que mirar con desconfianza los bolsos que se olvidan en un sillón o los coches mal aparcados", comentaba un columnista local esta semana.

"Aún quedan muchas cosas por mejorar en el Ulster", admite McClenaghan en su oficina del Sinn Fein. "Pero en diez años hemos creado la infraestructura para solucionar los problemas. Antes ni siquiera había sitios adonde acudir. Ahora, la gente llega a mi oficina solicitando trabajo y viviendas. Tramitar esos problemas es aburrido. No es tan apasionante como empuñar las armas. Pero es el único camino hacia el futuro".

Jóvenes con <i>cócteles molotov</i> protestan tras las detenciones en el Ulster.
Jóvenes con cócteles molotov protestan tras las detenciones en el Ulster.AP

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Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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