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Los musulmanes europeos, contra los atentados suicidas y a favor del velo

400 organizaciones islámicas firman en Bruselas un estatuto de identidad

Hasta 400 organizaciones islámicas de una treintena de países europeos unieron ayer sus fuerzas en Bruselas y presentaron un documento de 26 puntos en el que definen qué significa ser musulmán en Europa. Con la llamada Carta de los musulmanes europeos, las organizaciones religiosas pretenden combatir los prejuicios a los que se enfrenta la comunidad musulmana, fomentar la participación política y social y servir de referencia a los cerca de 20 millones de musulmanes que viven en Europa.

"El islam sólo puede ser moderado", dice Alí Boussaid

Quieren, además, sentar las bases de una convivencia pacífica con los no musulmanes y se desmarcan de los extremismos y los ataques terroristas perpetrados en nombre del islam. Dejan claro en definitiva que el proceso de adaptación que ha sufrido la religión del profeta en Europa ha dado lugar a un islam distinto al del resto del mundo.

Siete años ha tardado la Federación de Organizaciones Islámicas de Europa (FIOE por sus siglas en francés) en dar con un texto del agrado de todos los firmantes. La versión final establece una serie de principios, entre los que figuran "la igualdad entre hombre y mujer", a pesar de "ciertas costumbres y hábitos de algunos musulmanes"; el "matrimonio entre hombre y mujer" y "la familia como condición para la felicidad del individuo".

La Carta destaca el derecho de los musulmanes a levantar mezquitas y a practicar la religión a través de cuestiones cotidianas, como la vestimenta o la alimentación, en alusión al velo y a la comida Halal. Entienden la yihad [guerra santa] como "uno de los medios de los que dispone cualquier Estado soberano cuando necesita defenderse de una agresión", siempre en consonancia con la legislación internacional. Y hacen especial hincapié en la necesidad de que los musulmanes participen en la vida política europea.

"Queremos que la opinión pública europea sepa cuál es la posición de los musulmanes europeos", explicó Fouad Alaoui, vicepresidente de la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia, vinculada a los Hermanos Musulmanes de Egipto y una de las entidades que se sumó a la iniciativa presentada ayer en Bruselas. Alaoui estimó que la inmensa mayoría de los musulmanes europeos respaldan el texto. Los representantes de la FIOE calculan que las organizaciones que apoyan la Carta representan en torno a un cuarto de los musulmanes que viven en Europa.

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Para Karim Chemlal, presidente de la Liga de Musulmanes de Bélgica, uno de los mayores problemas es "la infrarrepresentación de los musulmanes en la política europea", debida, a su juicio, a la "discriminación" a la que se ve sometida su comunidad religiosa. Aun así, pidió a los musulmanes que "no se victimicen" y que desarrollen un papel más activo en las sociedades en las que viven. Chemlal rechazó cualquier vinculación orgánica de la FIOE con los Hermanos Musulmanes de Egipto, a la vez que se quejó de que algunos representantes no pudieran viajar ayer a Bruselas porque no les concedieron un visado.

Ali Boussaid, presidente de la Liga Islámica del diálogo y la convivencia de España, explicó: "los musulmanes tenemos un problema de rechazo a raíz de los atentados", y se mostró reacio a que se etiquete a los que ayer suscribieron la Carta como representantes del "islam moderado". "El islam sólo puede ser moderado", dijo Boussaid.

Mujeres musulmanas leen un artículo sobre la polémica del velo en Blackburn (Reino Unido) en 2006.
Mujeres musulmanas leen un artículo sobre la polémica del velo en Blackburn (Reino Unido) en 2006.REUTERS

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