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La oposición israelí exige que se convoquen elecciones anticipadas

La retirada de Olmert deja en el aire la negociación con los palestinos

El anuncio de retirada del primer ministro israelí, Ehud Olmert, tocado y hundido por el enésimo escándalo de corrupción, ha destapado la caja de los truenos de la convulsa política israelí. Dibujó Olmert el miércoles, en su discurso de despedida, una sucesión tranquila, ordenada y, en cualquier caso, en manos de Kadima, el partido de centro-derecha que dirige y que en septiembre elegirá en primarias a su nuevo líder, que pasaría a ser el nuevo primer ministro israelí.

Benjamín Netanyahu, líder del derechista Likud, es el favorito en las encuestas

Pero las dificultades con las que se topará el elegido por Kadima para formar la amplia coalición de Gobierno necesaria, y los gritos de guerra de una oposición que exige romper la baraja y acudir a las urnas, convierten las elecciones anticipadas en un escenario más que probable, según políticos y analistas.

De celebrarse anticipadamente los comicios -estaban previstos para 2010-, quedarían en el aire las negociaciones de paz con los palestinos lanzadas con la Declaración de Annapolis, que con tanto empeño y tan pocos frutos ha liderado Olmert y que deberían culminar con un acuerdo a final de año para la creación de un Estado palestino.

"Este Gobierno ha llegado a su final, y da igual quién vaya a encabezar Kadima. Todos son partícipes del fracaso absoluto de este Gobierno", declaró ayer Benjamín Netanyahu, líder del derechista Likud y favorito en las encuestas. A Netanyahu le faltó tiempo ayer a primera hora de la mañana para aguar la fiesta a Olmert y sus correligionarios de Kadima y exigir la convocatoria de elecciones anticipadas. "La responsabilidad nacional exige mirar al pueblo y convocar elecciones", dijo.

Netanyahu, contrario al diálogo en marcha con Siria y a las negociaciones con los palestinos lanzadas en Annapolis, parte como claro favorito en los sondeos, frente a Tzipi Livni, la popular ministra de Exteriores que aspira a triunfar frente al ministro de Transportes, Saul Mofaz, en las primarias de Kadima el 17 de septiembre.

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Según el plan trazado por Olmert, el ganador de los comicios internos de su partido asumiría automáticamente el puesto de primer ministro. Los últimos sondeos publicados indican que, de celebrarse hoy elecciones, Netanyahu cosecharía el 35% de los votos, frente al 27% que lograría Livni.

Ayer, no fue Netanhayu el único en augurar cambios de fondo frente a las aspiraciones continuistas de Olmert. Haim Ramon, vicepresidente del Gobierno y miembro del gubernamental Kadima, consideró "muy alta" la probabilidad de que la sucesión del primer ministro derribado por un escándalo de corrupción acabe en las urnas antes de lo previsto.

"Kadima está que se cae a trozos, y es muy poco probable que ninguno de sus candidatos sea lo suficientemente fuerte como para lograr apoyos mayoritarios en el Parlamento a la hora de tomar alguna decisión. Lo más probable es que acaben celebrándose elecciones anticipadas en la primavera de 2009", sostiene Gerald Steinberg, politólogo de la Universidad Bar Ilan.

De celebrarse elecciones anticipadas, Olmert, el gran superviviente, seguiría al frente de un Gobierno interino, con lo que conseguiría alargar unos meses su vida política.

Ayer, sus colaboradores se encargaron de propagar el mensaje de que tratará a toda costa de alcanzar un acuerdo con el presidente palestino, Mahmud Abbas, "durante el tiempo que le quede". Provocaron una nueva oleada de escepticismo los voluntaristas propósitos de un político que ha perdido la confianza de los israelíes, y que mañana mismo volverá a someterse por cuarta vez a un interrogatorio policial relacionado con las acusaciones por fraude y corrupción que pesan sobre él.

Netanyahu (izquierda) y Olmert, durante una ceremonia en recuerdo del líder sionista Zeev Jabotinsky.
Netanyahu (izquierda) y Olmert, durante una ceremonia en recuerdo del líder sionista Zeev Jabotinsky.EFE

Duelo en Kadima

- Tzipi Livni. La ministra de Exteriores, de 50 años, encabeza la lista de aspirantes al puesto de primer ministro dentro de Kadima. Los israelíes aprecian la honestidad de esta abogada y ex agente del Mosad, poco dada a entrevistas. Procedente del derechista Likud y protegida de Ariel Sharon, Livni es jefa de la delegación israelí en las negociaciones de Annapolis con los palestinos.

- Saul Mofaz. El ministro de Transportes, de 60 años, es el único miembro de Kadima con capacidad de hacer sombra a Livni. Como ella, no ha ocultado su deseo de hacerse con la jefatura de Gobierno. De origen iraní, Mofaz fue ministro de Defensa en el Gobierno de Ariel Sharon, donde dirigió durante la segunda Intifada campañas militares que le costaron duras críticas de la comunidad internacional.

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