Un país preparado para los temblores
Chile es uno de los países con más riesgo sísmico del mundo. Está situado en el llamado círculo de fuego del Pacífico, línea de frecuentes terremotos y erupciones volcánicas que rodea virtualmente todo el litoral del océano y donde se producen el 80% de los terremotos que ocurren en el mundo.
El terremoto de ayer tuvo su epicentro en el límite entre la placa tectónica de Nazca y la suramericana. Estadísticamente, la interacción entre esas placas produce un seísmo grave cada 10 años, un promedio de 10 pequeños temblores diarios y unos 3.500 movimientos sísmicos anuales, según el Instituto de Geofísica de la Universidad de Chile.
El sismo fue sustancialmente mayor que el de Haití, pero las víctimas y los daños en Chile han sido reducidos por la buena preparación del país. Tanto las autoridades chilenas como la población están versadas en cómo afrontar una emergencia de estas características. El sistema de respuesta está organizado en distintos planos y depende de la Oficina Nacional de Emergencia de Chile (Onemi), que emite con frecuencia el siguiente eslogan: "Chile es un país sísmico. Por tanto, ¡debemos estar preparados!". Onemi difunde habitualmente consejos sobre cómo afrontar los seísmos y sobre cuál ha de ser el comportamiento cuando sucede uno.
