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Reportaje:

Un pasado marcado en la piel

La Unión Europea y el Gobierno salvadoreño ayudan a más de 300 ex 'mareros' a borrar sus tatuajes

Las autoridades salvadoreñas han comenzado este miércoles a retirar los tatuajes de los ex pandilleros que cumplen un programa de rehabilitación con ayuda y financiación de la Unión Europea.

"Este es un programa que les cambia la vida y no deja ningún rastro de sus tatuajes", ha dicho la doctora Carla Sara de Parr, una de las médicos que trabajan en el Programa Integral de Remoción de Tatuajes, que dirige el Consejo Nacional de Seguridad Pública de El Salvador.

Las marcas que distinguen a los pandilleros son borradas con unas maquinas láser con aire frío, de fabricación italiana, específica para remoción de tatuajes, que según la cirujano Maricela de Pérez "no deja ninguna cicatriz, evapora la tinta sin dejar marca".

Tecnología punta

Asimismo ha explicado que el nuevo equipo, donado por la Unión Europea, es capaz de eliminar todo tipo de tatuajes sin importar colores, o la antigüedad del mismo, o el color de la piel del paciente. Pérez ha informado de que atienden a 16 pacientes al día y tiene expedientes de 330 personas, 20% población femenina, que se han sometido al tratamiento.

Un tatuaje se quita en cinco sesiones de 30 minutos y los interesados apenas pagan cinco dólares por sesión, en un tratamiento que se estima en Estados Unidos puede costar hasta 5.000 dólares (unos 3.700 euros)."Las personas que vienen lo hacen por su voluntad, ya dejaron las pandillas y quieren rehacer sus vidas", ha dicho Parr.

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16.000 'mareros'

Según estadísticas del citado programa, la mayoría de los pacientes han pertenecido a las pandillas y de estos, el 55% son ex miembros de la Mara Salvatrucha (MS). Según la policía,en El Salvador existen unos 16.000 pandilleros, de los cuales unos 5.000 están presos.

La MS y la Mara 18 son dos de las pandillas más temidas en El Salvador y según las autoridades son responsables del 60% de todos los homicidios, pero un estudio de Naciones Unidas dice que "tampoco resultan claras las pruebas" sobre esto.

Las dos pandillas tienen presencia en los principales barrios del país y de acuerdo con las autoridades poseen nexos internacionales y están vinculadas al tráfico de drogas, secuestros y extorsiones.

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