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La patronal y la Iglesia italianas piden un Gobierno de emergencia

Berlusconi insiste en que se celebren comicios anticipados

El enfrentamiento político que paraliza Italia tras la caída del Gobierno de Romano Prodi se endureció ayer, en una jornada en la que la coalición de centroderecha, compacta, confirmó su voluntad de volver a las urnas mientras la patronal, la Iglesia, y la Asociación de Comerciantes pidieron a los partidos -como reclama el centroizquierda- un armisticio por el superior interés del país: la formación de un Gobierno de Unidad Nacional para reformar la ley electoral, considerada como la principal causa de la fragmentación e inestabilidad política que aflige Italia.

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Luca Cordero di Montezemolo, presidente de la patronal, hizo un llamamiento "desesperado" para formar un Ejecutivo que dure el tiempo necesario para llevar al cabo algunas reformas urgentes. "Italia tiene dos problemas", dijo Montezemolo, "el crecimiento y la gobernabilidad, a los que las principales fuerzas del país tienen que dar, juntas, una respuesta".

Las jerarquías eclesiásticas también intervinieron en la crisis política. Monseñor Giuseppe Betori, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), invitó ayer "todas las fuerzas políticas a poner en primer lugar el bien colectivo y no los intereses partidarios", una declaración que fue interpretada como una invitación a evitar las elecciones anticipadas.

Tras un encuentro con Walter Veltroni, líder del progresista Partido Democrático, también Carlo Sangalli, el presidente de Confcommercio (la principal asociación de minoristas), sostuvo la necesidad de "encontrar un acuerdo acerca de la ley electoral para superar la fragmentación y dar al país una gobernabilidad real".

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Pero la coalición de centroderecha, a la que los sondeos otorgan una amplia ventaja en caso de elecciones, cerró ayer sus filas alrededor de la petición de voto anticipado.

Silvio Berlusconi, líder de la coalición, mantuvo la posición en su entrevista con el presidente de la República, Giorgio Napolitano. Sus aliados democristianos del UDC, que anteayer habían ofrecido su disponibilidad a un Gobierno de transición, corrigieron su postura alegando que no hay las condiciones políticas para ello.

Walter Veltroni propuso a Napolitano dos alternativas: un Gobierno de transición hasta 2009 que se ocupe de la reforma electoral y también de política salarial y reducción de los costes de la política, dos temas candentes en la sociedad italiana. Y, como segunda opción, elecciones en junio, para tener el tiempo por lo menos de cambiar el sistema de voto. "Italia necesita estabilidad. Las elecciones anticipadas son una opción que no coincide con las necesidades del país", argumentó el alcalde de Roma. Completada la ronda de encuentros con los partidos, el presidente Napolitano anunció que se tomaría un tiempo para tomar una decisión.

El ex presidente Silvio Berlusconi, ayer en Roma.
El ex presidente Silvio Berlusconi, ayer en Roma.AFP

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