Las presidenciales francesas se celebrarán el 22 de abril de 2007
El conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Ségolène Royal se perfilan como los candidatos que se disputarán el puesto del saliente Chirac
La primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas se celebrará el 22 de abril y los dos candidatos con mayor respaldo pasarán a la segunda y definitiva vuelta el 6 de mayo. Los comicios legislativos tendrán lugar un més después, el 10 y el 17 de junio.
Las fechas las ha hecho públicas hoy en el Consejo de Ministros el titular de Interior, Nicolas Sarkozy, ha explicado a la prensa el portavoz del Gobierno, Jean-Francois Copé, quien ha justificado las fechas "para evitar cualquier interferencia entre la organización de los escrutinios presidencial y legislativo".
Sarkozy ha recordado que los poderes del actual presidente de la República, Jacques Chirac, expiran el 17 de mayo de 2007 y que de acuerdo con la Constitución francesa, la votación para la elección de su sucesor debe hacerse entre 20 y 35 días antes de esa fecha.
"La elección de las fechas debe tener en cuenta igualmente el calendario de las vacaciones escolares para evitar en la medida de lo posible la organización del escrutinio durante esas vacaciones", ha añadido el titular de Interior. Sobre los días en que se votará para la designar a los diputados de la próxima legislatura, Sarkozy ha comentado que los poderes de la actual Asamblea Nacional llegan a término el 19 de junio, y que su renovación debe realizarse en los 60 días que preceden esa fecha.
El Partido Socialista francés nombrará a su candidato el próximo 26 de noviembre. Ségolène Royal, pareja del primer secretario de su partido, François Hollande, es la favorita. La UMP conservadora también tiene previsto nombrar candidato el 17 de enero. Sarkozy se perfila como ganador.
Chirac accedió a la presidencia de la República en 1995 y no está previsto que se presente a una tercera reelección. Su Gobierno tuvo que afrontar una dura prueba en otoño de 2005 cuando una ola de violencia afectó a los conflictivos suburbios de las principales ciudades del país. A comienzos de este año muchos franceses se echaron a las calles para protestar por una controvertida reforma laboral.
