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El presidente de Guinea-Bissau muere acribillado por militares

João Vieira estuvo 23 años al frente del narcoestado africano

El presidente de Guinea-Bissau, João Bernardo Nino Vieira, de 69 años, fue acribillado en su casa a primera hora de la mañana de ayer por un grupo de militares en lo que se interpreta como una venganza del Ejército por la muerte, a última hora del domingo, del comandante de las Fuerzas Armadas, Batiste Tagme na Waje, en un atentado con explosivos. Nino Vieira, que ganó las elecciones presidenciales de 2005 tras regresar del asilo al que tuvo que partir tras un golpe de Estado en 1999, había sido duramente criticado por Na Waje en los últimos meses. El país africano, uno de los 10 más pobres del planeta, se enfrenta ahora a un grave riesgo de incertidumbre tras la muerte de sus dos hombres más poderosos.

Descrito como el primer narcoestado de África, Guinea-Bissau está en el centro de una nueva ruta de tráfico de cocaína desde Suramérica a Europa, según organismos de Naciones Unidas y de la lucha antidroga. La fragilidad del Estado y sus instituciones, carcomidas por la corrupción, han hecho del país un paraíso para los narcotraficantes latinoamericanos, que encuentran vía libre para descargar la droga en las numerosas islas imposibles de controlar para la precaria Marina.

"Esto no ha hecho más que empezar", opina una fuente de Bissau consultada telefónicamente. "Vamos a asistir a un reacomodo de fuerzas, y veremos quién controlará el narcotráfico". Dentro de las Fuerzas Armadas hay dos sectores enfrentados por los negocios ilegales. Tagme na Waje era considerado como un obstáculo para estas actividades, mientras que al presidente Nino Vieira se le atribuían vínculos con el narcotráfico con el respaldo de algunas unidades militares.

Los asesinos del presidente tuvieron un fácil acceso a su vivienda ya que, en contra de lo que suele suceder en África en estos casos, ésta no fue protegida tras el atentado contra Tagme na Waje, tercer jefe del Estado Mayor que muere violentamente en la última década en el país.

El alto mando militar aseguró que no se trata de un golpe de Estado y que "la situación está bajo control", al tiempo que llamó a la población a mantener la calma. Los militares dicen que respetarán el orden constitucional, que establece que en caso de muerte del jefe del Estado asumirá el cargo el presidente del Parlamento, Raymundo Pereira, ex ministro de Justicia y primo del primer ministro, Carlos Gomes Junior, enfrentado a Nino Vieira.

Portugal, la antigua metrópoli hasta la independencia de 1973, condenó a través del presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, y del primer ministro, José Sócrates, el asesinato del presidente Vieira. Lo mismo hizo la Unión Africana y la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa en una reunión de urgencia en Lisboa.

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Nino Vieira ha pasado 23 años al frente de Guinea-Bissau. Líder guerrillero en la lucha anticolonial, ascendió a la presidencia siendo primer ministro en 1980 gracias a un golpe de Estado. En 1994, fue confirmado en el cargo en unas elecciones, pero tuvo que huir del país en 1999 por otra asonada militar. Regresó en 2005 para participar, y vencer, en unos nuevos comicios. Pertenecía a la etnia papel, minoritaria en el país, lo que ha dificultado sus relaciones con sectores del grupo balante, mayoritario y al que pertenecía Na Waje. La conflictiva situación en el país se suma a la de la vecina Guinea-Conakry, ex colonia francesa y en la que el Ejército se hizo con el poder en diciembre en un golpe de Estado.

João Bernardo <i>Nino</i> Vieira, en Lisboa el pasado diciembre.
João Bernardo Nino Vieira, en Lisboa el pasado diciembre.EFE

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