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Entrevista:Entrevista con Filippo Grandi, comisionado general de la UNRWA

"La presión de la UE y EE UU para acabar con el bloqueo a Gaza es insuficiente"

Filippo Grandi (Milán, 1957) estrena su mandato de tres años como comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA, en sus siglas en inglés) para lidiar con un desafío permanente desde hace 60 años -la mejora de las condiciones de vida en los campos de refugiados? y dos coyunturales pero que amenazan con convertirse en perennes. El primero, el levantamiento del bloqueo israelí a Gaza para permitir la reconstrucción del territorio devastado hace 15 meses. El segundo, la financiación del organismo, que no pasa por su mejor momento. Dependiente de las donaciones voluntarias de los Estados, Grandi, de visita en Madrid, lamenta que a estas alturas del año todavía no cuentan con fondos -han recaudado 450 millones de dólares- para cubrir los 600 millones de dólares de su presupuesto. "Sufrimos", asegura, "una crisis financiera gravísima".

"En Gaza, construimos con adobe", afirma el responsable de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina

Pregunta. ¿Qué objetivos concretos se plantea?

Respuesta. Primero, mejorar los servicios. Principalmente los de educación, que es un asunto primordial en Oriente Próximo y en Palestina. En segundo lugar, insistir en la protección de los derechos y denunciar sus violaciones, especialmente de los palestinos que sufren la ocupación. Por eso estamos muy preocupados con la situación de los 130.000 palestinos que viven en Jerusalén y sus inmediaciones y con las expulsiones de palestinos de sus viviendas y las demoliciones de casas. La tercera prioridad es aumentar la financiación, no sólo con contribuciones de gobiernos, sino con aportaciones privadas y de administraciones locales. Hemos pactado un acuerdo con la empresa kuwaití de telefonía Zein. La imagen de UNRWA es un poco anticuada.

P. Días después de la guerra los países occidentales celebraron una cumbre en Sharm el Sheik (Egipto). Prometieron 5.000 millones de dólares. No ha llegado nada a Gaza.

R. La reconstrucción a través de medios legales no marcha. No podemos importar. Es un problema enorme que tenemos con Israel. Comprendemos sus preocupaciones por la seguridad, pero permitir el paso de materiales de construcción es muy importante porque UNRWA puede conducir programas de manera transparente y legal. Ahora toda la economía se basa en los túneles (de Rafah). Los manejan grupos especuladores que no tienen interés en una situación de estabilidad. Con Israel hay un diálogo constructivo, pero no da resultados. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recibió promesas sobre los permisos para llevar materiales, pero pasado un mes sólo dieron permisos parciales. Las cantidades son mínimas. Para la construcción se necesita un millón de toneladas de cemento y sólo hemos recibido 25 toneladas desde 2007. Hemos construido con adobe.

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P.¿Entonces, por qué califica de constructivo el diálogo con Israel?

R. No es sencillo, pero el diálogo no se ha cerrado. Los resultados son muy limitados. Hay que establecer un mecanismo de importación previsible que nos permita trabajar en la reconstrucción. Gaza es una prioridad porque el nivel de necesidad es altísimo en una concentración de población enorme.

P. El Gobierno israelí de Ehud Olmert condicionó el fin del bloqueo a la liberación del soldado Gilad Shalit, pero algunos funcionarios del ejecutivo actual han sugerido que no terminará mientras Hamás esté en el poder.

R. No representó a una organización política, pero el bloqueo responde a muchas causas: de seguridad, políticas y otras. No puede aceptarse que 1,5 millones de personas sean rehenes de una situación política. Son ya tres años. La gran mayoría de la población desea vivir normalmente. Si no damos a esta gente una oportunidad, puede haber una explosión política o militar.

P.Algunos juristas han calificado ese bloqueo de crimen contra la humanidad.

R. Prefiero no calificarlo. No es mi competencia. Pero ciertamente es un castigo colectivo, una violación del derecho humanitario internacional. La crisis de Gaza no es humanitaria. Es económica, institucional, de servicios, de infraestructuras y psicológica. Israel autoriza que entren alimentos y medicamentos, pero eso no permite una vida normal.

P.¿Tiene UNRWA alguna capacidad para presionar a Israel?

R. Nuestra capacidad de influir es moral. Somos la agencia más grande de Oriente Medio. Empleamos a más palestinos que nadie, con la excepción de la Autoridad Palestina. Cuando se habla de paz no se puede olvidar a los 4,7 millones de refugiados. Son importantísimos. Si los olvidamos no podremos conseguir la paz y consolidarla. No tenemos responsabilidad política ni ayudamos a resolver el conflicto, pero al menos ayudamos a una población que carece de servicios oficiales de su Gobierno.

P. ¿Presionan lo suficiente la Unión Europea y Estados Unidos para que Israel ponga fin al bloqueo?

R. Evidentemente, la presión no ha sido suficiente. Tenemos que continuar con la presión y la negociación. Una Gaza estable y con una economía normal es mejor para Israel.

P. En Líbano, y desde hace décadas, los refugiados también afrontan problemas insalvables. No pueden ejercer decenas de profesiones.

R. Hay elementos positivos en Líbano. El Gobierno ha prometido que mejorará las condiciones de vida en los campos. Y el primer ministro, Saad Hariri, me ha dicho que su Gobierno ampliará el derecho al trabajo de los refugiados palestinos. Ahora es una política oficial. La situación en los campos crea mucha tensión.

Filippo Grandi en el círculo de Bellas Artes de Madrid.
Filippo Grandi en el círculo de Bellas Artes de Madrid.EFE

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