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El primer ministro de Somalia ordena a los somalíes que entreguen sus armas

Los islamistas pierden su último reducto en el país tras retirarse de la ciudad portuaria de Kismayo

El primer ministro de Somalia, Alí Mohamed Gedi, ha ordenado a todos los somalíes que entreguen sus armas en un plazo de tres días, a partir de mañana martes, una orden que también implicará a los 'señores de la guerra' y a los milicianos de los clanes. Mientras, los combatientes islámicos han perdido su último reducto, Kismayo. La ciudad está en calma y la población se prepara para recibir a las fuerzas del Gobierno de transición y a los soldados etíopes.

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En estos tres días, los somalíes podrán entregar sus armas voluntariamente. "En caso de incumplir las órdenes del Gobierno, el Gobierno les retiará las armas a la fuerza", ha advertido Gedi en rueda de prensa celebrada en Mogadiscio. El jefe del Ejecutivo de transición ha asegurado que con la orden de desarme, que entrará en vigor mañana, se pondrá fin a los grupos irregulares armados. "La época de los 'señores de la guerra' ha acabado", ha manifestado.

Gedi ha asegurado también que las tropas del Gobierno, apoyadas por los carros de combate etíopes y los aviones de combate MIG, han capturado los principales feudos de la Unión de Tribunales Islámicos. "Puedo confirmarles que nuestras fuerzas han capturado Kismayo", ha asegurado. Asimismo Alí Mohamed Gedi ha anunciado que habrá amnistía para los cientos de combatientes islámicos que han huido hacia la frontera con Kenia, en el sur, pero precisó que ese indulto no es extensible a sus dirigentes.

Por otra parte, los islamistas han perdido su último reducto. La retirada se ha producido después de una dura lucha en las líneas de combate del distrito de Jilib, cerca de Kismayo, con un intercambio de fuego de artillería y una rebelión interna entre las cortes islámicas. Sin embargo, no se han producido escenas de violencia en las calles y la gente estaba sorprendida por la facilidad con la que los combatientes islámicos han venido perdiendo sucesivamente sus principales bastiones.

El pasado jueves, los milicianos islámicos se retiraron de Mogadiscio, la capital somalí, cuatro días después de la ofensiva que lanzó Etiopía por aire y por tierra para apoyar al Gobierno de transición somalí. Tanto las fuentes atacantes como los residentes de la ciudad portuaria han dicho que los combatientes islámicos se dirigen hacia la frontera keniana, situada a unos 200 kilómetros de Kismayo.

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