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Los rebeldes combaten calle a calle por el flanco este de Sirte

Las tropas antigadafistas, apoyadas por los ataques previos de la OTAN, asedian la ciudad natal del dictador

Los rebeldes se han acercado hoy a las afueras de Sirte por el lado este con milicianos procedentes de Bengasi y combaten calle a calle en la ciudad natal de Muamar el Gadafi. Hace dos días eran las tropas de Misrata quienes asediaban el municipio desde el flanco oeste hasta acercarse a un kilómetro del centro. El resultado fue que han tenido que retirarse con siete muertos y 145 heridos. Ahora, mientras los de Misrata se reorganizan, los de Bengasi han llegado a dos kilómetros del centro desde el este.

No hay respiro para los gadafistas. Pero cada vez que los rebeldes consiguen un titular en la prensa internacional donde se anuncia que llegaron a pocos kilómetros del centro, lo cierto es que al día siguiente vuelven a retroceder y los hospitales se llenan de heridos. El cuadro bélico es el mismo desde las últimas semanas: los aviones de la OTAN bombardean las posiciones de los leales a Gadafi, los rebeldes atacan, los gadafistas responden con artillería pesada y francotiradores mucho mejor entrenados que los rebeldes, y estos procuran darse un respiro hasta que los aviones de la OTAN vuelven a planear sobre las cabezas de los gadafistas.

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En el camino desde Trípoli a Misrata se pueden apreciar hasta qué punto la OTAN está decantando el resultado de esta guerra. 30 kilómetros antes de llegar a Misrata ya se ven bloques inmensos de edificios bombardeados. Los partidarios del Consejo Nacional de Transición (CNT) aseguran que eran almacenes donde los gadafistas escondían tanques y municiones. Pero una vez en Misrata es fácil darse cuenta de que los rebeldes se están dejando mucha sangre en esta guerra. En la kilométrica calle Trípoli, donde en mayo aún se combatía bloque a bloque, aún quedan unos cuatro tanques calcinados y ningún edificio en pie. La misma gente que resistió el asedio de los gadafistas durante dos meses en Misrata y que se ha forjado una leyenda de héroes entre el resto de los rebeldes libios combate hoy en Sirte por el flanco oeste. Una vez que la OTAN vuelva a hacer su trabajo, nadie podrá evitarles la lucha casa por casa en el pueblo de Gadafi.

Mientras tanto, el frente de Bani Walid, a unas dos horas en coche desde Trípoli, sigue estabilizado. Entre algunos rebeldes se está extendiendo la idea de que hay más de un traidor en las filas que informan a los gadafistas sobre sus movimientos. Sirte, a unas seis horas de Trípoli y Bani Walid, son las dos grandes espinas de un Consejo Nacional de Transición que aún no logra consensuar un Gobierno provisional.

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