Se recrudece la revuelta para derrocar el Gobierno tailandés
El primer ministro tailandés, Samak Sundaravej, ordenó ayer a la policía antidisturbios el desalojo de los manifestantes monárquicos que han ocupado su residencia oficial para exigir su renuncia. Dos mil policías tomaron posiciones alrededor de la Casa de Gobierno. A primera hora de la mañana se produjo un forcejeo con los agentes en el que 15 personas resultaron contusionadas.
Los tribunales entraron también en acción y emitieron órdenes de arresto contra nueve dirigentes opositores que participan en las manifestaciones antigubernamentales. Los nueve pertenecen a la Alianza del Pueblo por la Democracia y están acusados de incitar a la revuelta y de intentar derrocar al Gobierno, un delito penado en Tailandia con hasta 15 años de cárcel.
Uno de los líderes, Chamlong Srimuang, el general retirado y budista asceta que lideró la revuelta antidictatorial de 1992, emplazó a los manifestantes a resistir. "Más gente se nos unirá mañana. No pueden detenernos a todos. No hay suficientes cárceles".