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La sala de prensa de la Casa Blanca se abre al público

El nuevo portavoz invita a sus seguidores en Twitter a hacerle preguntas

Cualquiera con acceso a Internet y con una cuenta en Twitter ya puede hacer preguntas al portavoz de la Casa Blanca, un privilegio que durante décadas ha estado reservado a una selecta élite de periodistas en Washington.

El portavoz, Jay Carney, que asumió el cargo hace pocos días en sustitución de Robert Gibbs, ha escrito un tweet a sus seguidores con el siguiente texto: "Mi conferencia de prensa de hoy es a la 1:30 pm. Si fueras un miembro del cuerpo de prensa de la Casa Blanca, ¿qué pregunta formularías?"

El cuerpo de prensa de la Casa Blanca es un poder en Washington no menor que otros que compiten por la influencia y la gloria en esta particular hoguera de las vanidades, como la clase política, el Pentágono, los servicios de inteligencia o los diplomáticos extranjeros.

El acceso a ese club está reservado a los periodistas norteamericanos en la cumbre de su carrera. En el caso de los corresponsales extranjeros, sólo se les concede la credencial de acceso directo a la sala de la prensa de la Casa Blanca cuando la visitan todos los días, sin excepción, durante un largo periodo de tiempo. De lo contrario, tienen que solicitar permiso a los responsables de la seguridad cada vez que quieran acudir a la conferencia de prensa de Carney.

Una vez dentro, rara vez tienen ocasión de formular preguntas, y cuando lo pueden hacer es al final de la sesión, una vez que todos los representantes de los grandes medios norteamericanos, que ocupan los asientos reservados para ellos en las primeras filas de la sala, han acabado sus turnos.

La oportunidad que Carney ofrece ahora a través de Twitter representa, por tanto, una cierta democratización de una institución tan jerárquica y cerrada como otras muchas a las que constantemente critican.

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Poco después del tweet de Carney, varios de sus seguidores se animaron a hacerle preguntas. Es dudoso que sea capaz de responder a todas las que puede llegar a recibir, al menos personalmente. Es más dudoso aún que sus respuestas sustituyan el trabajo que veteranos profesionales hacen cada día para tratar de arrancarle las verdades que oculta.

Pero, al menos, él podrá conocer asuntos de interés del público, sin el filtro habitual de los periodistas, y algunos fans de las redes sociales tendrán nuevos argumentos sobre sus beneficios.

Aspecto de la sala de prensa de la Casa Blanca
Aspecto de la sala de prensa de la Casa BlancaREUTERS

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