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El sindicato peronista bloquea a dos diarios de Argentina

Camioneros intentan impedir que 'Clarín' y 'La Nación' salgan a la calle

Camioneros que responden al principal líder sindical argentino, el peronista Hugo Moyano, bloquearon ayer sedes de distribución de los dos periódicos de mayores ventas en Argentina, Clarín y La Nación. El Sindicato de Camioneros, que controla uno de los hijos de Moyano, Pablo, alegó que reclamaba un aumento salarial y la afiliación de todos los chóferes y auxiliares que trabajan en los vehículos que reparten los diarios. Diputados de la oposición relacionaron los incidentes con la reyerta entre el Gobierno de Cristina Fernández y los grandes medios de comunicación.

A la una de la madrugada, decenas de militantes de Camioneros llegaron en 30 vehículos a los centros de impresión de Clarín y La Nación, en el barrio porteño de Barracas. Allí intentaron, sin éxito, cerrar las puertas de las fábricas. Después se dirigieron a las sedes de distribuidoras, donde lograron paralizar el reparto de periódicos hasta las seis de la mañana. Los lectores recibieron los diarios, pero con demora.

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Clarín, que mantiene una relación hostil con el Gobierno desde que el año pasado comenzó a criticarlo con dureza por el conflicto agrario, denunció la acción de Camioneros en un destacamento de la policía, que no intervino ante los bloqueos. La Nación también llamó a la policía, pero no obtuvo respuesta, según informaron las ediciones digitales de ambos diarios.

Los periódicos no son las primeras víctimas de los bloqueos de Hugo Moyano, el secretario general de la Central General del Trabajo (CGT), que usa este método para que las empresas acepten encuadrar en su sindicato a todo aquel que conduce un camión. Desde 2005, cuando gobernaba Néstor Kirchner, ha llevado sus piquetes hasta las puertas de los supermercados Carrefour, o de la cervecera Quilmes, filial del grupo AB InBev y distribuidora de Pepsi.

El portavoz de Camioneros, Héctor López, declaró a Télam -la agencia de noticias del Estado argentino- que a las cinco de la madrugada se llegó a un acuerdo con dos cooperativas de distribuidores para que encuadren a sus trabajadores en su sindicato, con lo que pasarán a cobrar 570 euros mensuales, en lugar de 356. Añadió que espera sellar convenios similares con otras cuatro.

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Pero diputados de la oposición opinaron que este conflicto no fue sólo sindical, sino que se enmarca en la pelea entre el Gobierno y Clarín y otros medios. Clarín es el principal perjudicado por la nueva ley de regulación de medios audiovisuales impulsada por la presidenta argentina y que aprobó el Congreso el mes pasado, con el respaldo adicional de la izquierda y el Partido Socialista.

La legislación obligará a desinvertir a grandes grupos de comunicación, como Prisa (editora de EL PAÍS) y concederá más licencias de radio y televisión al Estado y a las ONG. Además, el jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, no descartó que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia investigara a la única fabricante local de papel para periódicos, Papel Prensa (controlada por Clarín y participada por La Nación y el Estado), después de que ambos diarios denunciaran ante los tribunales que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, amenazara con "partirle la columna y hacerle saltar los ojos" a los directores de la papelera que no obedezcan un presunto plan para su expropiación.

La diputada radical Silvana Guidici dijo ayer a La Nación que los bloqueos forman parte "de un plan perfecto del Gobierno para eliminar el pensamiento crítico. [...] No se puede negar la conexión entre estos hechos y la necesidad del Gobierno de controlar lo que escriben los diarios".

La senadora María Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica (aliada del radicalismo), criticó a Moyano por buscar "la monopolización sindical" y añadió: "Todo esto genera sospechas. ...] Hay una clara avanzada del Gobierno para limitar la libertad de la prensa privada. Que uno de sus principales aliados Moyano] persista en este tipo de medidas es muy cuestionable". El diputado conservador Federico Pinedo vinculó los piquetes a la posibilidad de que la CGT reciba alguna emisora por la nueva ley: "Tal vez estemos ante las primeras acciones comerciales de Moyano TV, directamente relacionadas con los medios que el Gobierno piensa darle a Moyano".

La avenida porteña 9 de julio, una de las más anchas del mundo, fue bloqueada ayer no una, sino dos veces. Piqueteros opositores permanecieron hasta la madrugada de ayer después de haber acampado durante 30 horas, y por la tarde, piqueteros partidarios de Cristina Fernández cerraron el tráfico. El Gobierno argentino se niega a intervenir en los cortes de calles.
La avenida porteña 9 de julio, una de las más anchas del mundo, fue bloqueada ayer no una, sino dos veces. Piqueteros opositores permanecieron hasta la madrugada de ayer después de haber acampado durante 30 horas, y por la tarde, piqueteros partidarios de Cristina Fernández cerraron el tráfico. El Gobierno argentino se niega a intervenir en los cortes de calles.AP

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