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Los socialistas resurgen en Francia

El partido de Martine Aubry se impone como primera fuerza en las regionales - El Gobierno se escuda en la elevada abstención para minimizar el revés electoral

Antonio Jiménez Barca

El Partido Socialista (PS) resucita en Francia. Tras perder las elecciones presidenciales en 2007 y sufrir un batacazo en las últimas europeas, en junio de 2009, con un mísero 16,4%, los socialistas franceses resurgen y, con una votación que oscila entre el 27% y el 30% de votos, según varios sondeos, se impusieron ayer como la primera fuerza política del país, alzándose con la victoria de la primera vuelta de las elecciones regionales en Francia.

La Unión por un Movimiento Popular (UMP), la formación de centro-derecha de Nicolas Sarkozy, quedó en segundo lugar, con una horquilla del 26% al 27,8% de los votos, y sufrió el esperado castigo que le pronosticaban todos los sondeos. Ahora bien, de confirmarse estas cifras, el partido gubernamental no habría retrocedido, en términos generales, desde las elecciones europeas de junio, donde logró el mismo porcentaje (27,8%).

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Una abstención elevadísima, el 52%, marcó la jornada. Como se preveía, la mitad de los franceses convocados a las urnas dieron la espalda a la votación.

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Europa Ecología, la formación verde comandada por el eurodiputado y ex líder del Mayo del 68 Daniel Cohn Bendit, se confirma como tercera fuerza política del país, al haber logrado entre el 12% y el 13% de los votos. Su alianza con el PS en la segunda vuelta, que se celebrará el próximo domingo, será clave a la hora de que la izquierda se alce con la mayor parte -si no la totalidad- de las regiones francesas.

Participación

A los veinte minutos de que se supieran los primeros datos de los sondeos, el primer ministro francés, François Fillon, compareció en la televisión. Serio, cariacontecido, lo primero que certificó es la ínfima participación -"una abstención récord en todas las elecciones regionales"- para luego asegurar, apoyándose en esa escasísima participación, que nada está aún escrito de cara a la segunda vuelta. También se escudó en la abstención a la hora de traducir el resultado de esta primera vuelta de "unas elecciones regionales" en un plebiscito nacional.

Poco después, la primera secretaria del Partido Socialista francés, Martine Aubry, muy seria delante de las cámaras, manifestó que el resultado de los socialistas franceses "es histórico" y que les carga de responsabilidad. "Los franceses han emitido un mensaje claro", declaró. Después apeló a los electores a fin de que se movilicen el domingo que viene y recordó a los jóvenes, a las personas mayores y a todos aquellos "que han perdido condiciones de vida con la crisis". "Os esperamos el domingo que viene", concluyó, algo más sonriente.

Con este resultado, Aubry se legitima como líder del PS francés, después de haber sido elegida en noviembre de 2008 en un congreso tormentoso y fracasado. Desde entonces -y hasta ahora probablemente- ha estado cuestionada, más si cabe cuando en las pasadas elecciones europeas obtuvo un raquítico 16,4% de los votos, a un paso de los ecologistas. En una palabra, Aubry se perfila ya como uno de los dirigentes socialistas que pueden aspirar a disputar a Sarkozy las elecciones presidenciales de 2012.

No estará sola en esa aspiración. Ségolène Royal, su oponente en el citado congreso y su más directa rival en las filas socialistas, se alzó ayer con la victoria, con un 40% de los votos, según los sondeos, de la región de Poitou-Charentes. Una anécdota sintomática: mientras Martine Aubry se dirigía a los franceses en una alocución desde la sede del PS, en París, al mismo tiempo Ségolène Royal lo hacía desde su feudo de Poitou-Charentes. "El resultado de esta votación tiene dos lecturas: el de la adhesión de los electores a sus presidentes regionales y el del voto de castigo a la derecha", explicó Royal. No comentó en ningún momento sus aspiraciones para convertirse de nuevo en la candidata del PS, pero su posición, sin duda, también se refuerza.

La ultra-izquierda pierde impulso: el Frente de Izquierda araña un 6%. Pero el Nuevo Partido Anticapitalista, la reciente formación de Olivier Besancenot, se hunde con un raquítico 2%, retrocediendo tres puntos en relación con las últimas elecciones europeas. Entre otros factores, la polémica que siguió a la presentación de una candidata anticapitalista, musulmana, proabortista y con velo confundió a sus electores.

Otra formación que cosecha un sonoro fracaso es el partido de centro MoDem, del ex ministro François Bayrou. Con un 4%, esta fuerza política pierde terreno, se convierte casi en algo residual y su líder ve cómo desaparecen sus posibilidades de presentarse con algunas garantías a las próximas elecciones presidenciales. "Ha sido un día inquietante, con una abstención tan elevada", explicó el político, tras enterarse de los resultados.

A partir de mañana, comenzarán las negociaciones para conformar las listas de cara a la segunda vuelta, que deben estar elaboradas el martes. Ayer, el debate en Francia era si unas elecciones regionales (últimos comicios intermedios antes de las presidenciales de 2012) con una tasa tan alta de abstención debían tener una lectura nacional. En la izquierda no tenían ninguna duda. En la derecha, sí. Nicolas Sarkozy, que se las venía venir, ya avisó el viernes en una entrevista a Le Figaro Magazine: "Las elecciones regionales tienen consecuencias regionales". Así, advirtió que no habrá ninguna crisis de Gobierno, aunque, eso sí, avisó que impondrá un régimen de reformas estructurales y económicas más lento.

Nicolas Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, votan en un colegio electoral en París.
Nicolas Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, votan en un colegio electoral en París.EFE

Le Pen, el cuarto más votado

Los sondeos auguraban ayer al Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen aproximadamente un 12% de los votos, convirtiéndose en la cuarta fuerza política del país, detrás de los ecologistas. Es decir, más del doble de lo que logró en las últimas elecciones europeas, cuando su formación alcanzó sólo el 5% y algunos pronosticaron la paulatina desaparición de la ultraderecha francesa. Su líder, Jean-Marie Le Pen, de 78 años, que se presenta por última vez a una elección, lo recordó ayer en la televisión al conocer el resultado que le vaticinaban: "Nos daban por muertos y enterrados, pero todavía somos una fuerza nacional". En la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, donde Le Pen se presenta como candidato a consejero regional, el Frente Nacional obtuvo casi el 20% de los votos.

Al norte de Francia, en la región de Nord-Pas-de Calais, la hija de Le Pen, Marine Le Pen, candidata también, obtenía, según los sondeos, un porcentaje parecido al de su padre. "No nos han dejado hablar, pero estamos de nuevo en el juego", aseguró Marine Le Pen, la dirigente del partido con más posibilidades de suceder a su padre al frente de la formación, que éste abandonará este año o al principio del año que viene.

La campaña del Frente Nacional no ha estado exenta de polémicas: un cartel electoral que presentaba a una mujer con burka y una silueta de Francia pintada con la bandera argelina quería alertar a su electorado del, a su juicio, peligro de islamización del territorio francés. Durante la campaña, y antes, Marine y Jean-Marie Le Pen se quejaron de no haber sido llamados a discutir en el debate sobre la identidad nacional que se ha desarrollado durante el otoño y el invierno.

Ganadores y perdedores

- El Partido Socialista logró, según los sondeos a pie de urna, entre el 27% y

el 30% de los votos a nivel nacional. Los datos representan un considerable avance con respecto a las elecciones europeas de junio pasado, cuando los socialistas, liderados por Martine Aubry, cosecharon sólo el 16%.

- El partido de Nicolas Sarkozy, la Unión por

un Movimiento Popular, obtuvo, según las encuestas, entre el 26% y el 28%. En las europeas logró el 27,8%.

- Europa Ecología, la formación verde de Daniel Cohn Bendit, obtendría entre un 12% y un 13%, frente al 16% del pasado junio.

- El Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen se situaba, según las encuestas, entre el 10% y el 12%.

- El Frente de Izquierda obtendría un 6% de los sufragios.

- La abstención fue del 52%.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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