Ocho soldados de EE UU mueren en un ataque talibán
Los asaltantes capturaron a una decena de policías afganos
Ocho soldados estadounidenses y dos policías afganos murieron ayer en un ataque talibán contra dos puestos de combate avanzados en una zona aislada en la provincia de Nuristán, en la montañosa frontera con Pakistán, al noreste del país. Se trata del incidente más grave sufrido por las tropas de Estados Unidos en Afganistán desde julio de 2008.
Los insurgentes comenzaron el asedio en la mañana del sábado. Lanzaron granadas de mortero y abrieron fuego con ametralladoras desde una mezquita de una aldea próxima. Los asaltantes cortaron las comunicaciones y mantuvieron su asedio hasta entrada la tarde, cuando las tropas estadounidenses retomaron el control con la ayuda de helicópteros de ataque, según informó la OTAN.
En un momento del ataque, los talibanes penetraron en uno de los puestos, que albergan también a policías afganos, y secuestraron a una decena de agentes locales, según confirmó el gobierno regional de Nuristán.
Desde el inicio de la guerra contra los talibanes en 2001 han muerto 774 soldados estadounidenses. El conflicto se encuentra en un momento crítico, en el que las tropas de la OTAN parecen haber perdido la iniciativa. El presidente de EE UU, Barack Obama, ha pedido al Pentágono la elaboración de una nueva estrategia.
EE UU no sufría un ataque tan mortífero desde julio de 2008, cuando una emboscada en la provincia de Kunar, limítrofe con la de Nuristán, costó la vida de nueve soldados. Aquel ataque provocó, en parte, que el Pentágono se replanteara su estrategia, ya que los insurgentes triplicaban en número a los soldados estadounidenses y a las fuerzas afganas.
Desde la llegada de junio del general Stanley McChrystal al mando en Afganistán, EE UU trata de pasar de una guerra convencional a una operación de contrainsurgencia, desde la que combatir más efectivamente a las células de Al Qaeda y los pequeños grupos talibanes. En un mapa del Ministerio del Interior afgano, filtrado a la prensa en agosto, 13 provincias están consideradas feudos insurgentes y 133 están marcadas como de "alto riesgo", entre ellas Nuristán.
