Los talibanes intensifican los ataques ante las elecciones

A menos de un mes de las elecciones presidenciales afganas, los talibanes atacaron ayer con un coche bomba, metralletas y lanzagranadas varios centros de policías -entre ellos la comisaría principal- y un banco en la ciudad de Jost, en el este del país.

Fuentes oficiales indicaron que el grupo estaba integrado por ocho asaltantes, seis de los cuales hicieron explotar los cinturones de dinamita que llevaban en su cuerpo, tras un largo tiroteo con las fuerzas de seguridad. Un séptimo murió por disparos de la policía, mientras el último podría haber escapado. Un portavoz talibán elevó a 13 el número de atacantes.

El asalto causó el pánico en la ciudad, situada cerca de la frontera con Pakistán, y dejó al menos un muerto civil y 17 heridos, varios de ellos de gravedad. Se trata del tercer ataque de semejantes características en cinco días. Los otros fueron perpetrados en Jalalabad y Gardez, ambas situadas también en el este de país y cerca de la frontera con Pakistán.

Los ataques en las regiones orientales, junto con la resistencia a la ofensiva de las tropas británicas y estadounidenses en el sur, han elevado la tasa de violencia a niveles desconocidos en Afganistán desde la invasión de 2001.

Richard Holbrooke, enviado especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, aseguró ayer en una conferencia en Kabul que a pesar de las dificultades se garantizará el ejercicio del voto en todo el territorio afgano, incluso en las zonas más peligrosas.

"Nadie retrocederá ante estas intimidaciones. Por supuesto, no serán elecciones perfectas. Nos enfrentamos a dificultades sin precedentes. Pero se votará, incluso en el sur, os lo aseguro", dijo Holbrooke. Los comicios están previstos para el 20 de agosto, con el actual presidente, Hamid Karzai, como favorito entre los 39 candidatos.