_
_
_
_
_

El terror golpea Irak antes de las elecciones

Tres suicidas causan 33 muertos en plena campaña para las legislativas del domingo.- Los atentados de Baquba tienen el sello de los ataques de Al Qaeda

Ángeles Espinosa

Tres suicidas causaron este miércoles 33 muertos y medio centenar de heridos en Baquba, unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad. El atentado, el más grave desde que comenzara la campaña electoral para las elecciones parlamentarias del próximo domingo, constituye tanto un golpe para la política de seguridad del primer ministro, Nuri al Maliki, como un recordatorio de que las tensiones sectarias aún pueden reabrir las heridas de la reciente guerra civil. Los dirigentes suníes tienen la sensación de que si no logran peso político en los comicios, no podrán controlar la calle.

Aunque ningún grupo reclamó la responsabilidad, el ataque terrorista tiene todas las huellas de Al Qaeda. Primero, hacia las nueve y media de la mañana, dos suicidas empotraron sendos coches bomba contra dos puestos de policía en el centro y el oeste de Baquba. Después, cuando los equipos de socorro trasladaban a los heridos al principal hospital de la ciudad, un tercer terrorista, al parecer con uniforme militar, lograba infiltrarse en la sección de urgencias para detonar su bomba causando una nueva carnicería. Al menos 12 de los muertos son policías.

Más información
Irak acude a las urnas con el reto de dejar atrás el sectarismo y la guerra
Al menos 12 personas mueren en tres atentados en Irak durante la jornada electoral anticipada
Los chiíes marcan distancias con Irán

Una vez más, el objetivo son las fuerzas de seguridad, a las que los insurgentes suníes ven como un instrumento del Gobierno de mayoría chií que la lógica demográfica ha impuesto tras el derrocamiento de Sadam Husein. Casi dos tercios de la población iraquí siguen la rama chií del islam.

Baquba, la capital de la provincia de Diyala, es uno de los mejores escenarios para sembrar la discordia. Aunque de mayoría suní, es junto a Mosul, Kirkuk y Bagdad una ciudad de población mixta donde tanto chiíes como kurdos constituyen minorías significativas. Atentados como el de hoy suponen verdaderas cargas de profundidad contra una convivencia que ya se halla muy resentida. La violencia de los años pasados ha confinado a cada comunidad en unos determinados barrios hasta el punto de que hay iraquíes, sobre todo entre los suníes, que no se sienten seguros fuera de su propio grupo.

A cuatro días de las elecciones que van a determinar quién controlará el país cuando las fuerzas estadounidenses se retiren el año que viene, el mensaje del triple atentado está claro. A los chiíes, les señala que hay extremistas suníes que siguen sin estar dispuestos a aceptar su peso político. A los suníes, intenta convencerles de que la violencia sigue siendo una opción.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Fragmentación política

Sin embargo, la brutalidad vivida durante la guerra civil que desangró el país entre 2005 y 2007 ha convencido a buena parte de los suníes de que su participación en las elecciones es la única vía para garantizarse un hueco en la vida política del país. Por eso, y a pesar de la desconfianza que les inspira el Gobierno central y la crisis abierta por la inhabilitación de varios de sus candidatos por una polémica Comisión de Desbaazificación, han descartado la posibilidad de boicotear los comicios y algunos de sus representantes más conocidos han establecido alianzas con partidos laicos como los dirigidos por Iyad Allawi y Jawad Bolani.

Aún así, la fragmentación política (se presentan 296 partidos y 6.172 candidatos) hace temer que ningún grupo vaya a obtener suficientes votos para formar Gobierno, en cuyo caso el cabildeo necesario puede deteriorar aún más las relaciones entre las comunidades.

"Si el camino hacia las elecciones fue difícil, el camino que viene después podría ser aún más duro", advierte Joost Hiltermann, del Internacional Crisis Group. "Incluso un Parlamento renovado tendrá dificultades para sortear la enorme lista de conflictos pendientes en su esfuerzo para formar un nuevo Gobierno". El último informe de ese centro de análisis recuerda que "como norma, las elecciones en el Irak pos-Sadam han tendido a agrandar las tendencias negativas preexistentes".

De momento, para tratar de evitar que los terroristas saboteen la jornada electoral, Irak va a movilizar a cerca de un millón de policías y militares. Las fuerzas de seguridad votarán mañana. Los iraquíes residentes en el extranjero podrán hacerlo el viernes.

Las fuerzas de seguridad inspeccionan una comisaría en Baquba tras la explosión de un coche bomba.
Las fuerzas de seguridad inspeccionan una comisaría en Baquba tras la explosión de un coche bomba.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_