Un terrorista suicida causa decenas de muertos en un funeral en Pakistán
El ataque tiene por objetivo a los milicianos progubernamentales que combaten contra los talibanes en la frontera afgana
Un terrorista suicida ha causado más de una treintena de muertos y varias decenas de heridos en la ciudad paquistaní de Peshawar (noroeste) al detonar su carga al paso de un cortejo fúnebre, en el último de una serie de atentados islamistas que tratan de desestabilizar el Gobierno. El ataque tenía por objetivo a los miembros de un comité de paz, una milicia formada al margen de las fuerzas de seguridad para combatir a la insurgencia talibán, que asistían al funeral por la esposa de un líder tribal progubernamental.
Estos milicianos, apoyados por el Gobierno, son objeto frecuente de atentados en la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, cuya capital es Peshawar, en la lucha por controlar el montañoso noroeste, fronterizo con Afganistán.
El suicida se mezcló con los asistentes al funeral antes de hacer volar su carga, según un alto cargo de la administración de Peshawar. "El balance por ahora es de 34 muertos, pero se elevará", ha asegurado. "La gente se había reunido y acababan de empezar a rezar cuando un chico se acercó y se voló a sí mismo", ha descrito un superviviente en la cadena Geo.
Las imágenes de televisión mostraban gorros y zapatos ensangrentados en el lugar del ataque, que ha tenido lugar esta mañana en las afueras de la ciudad. Algunos supervivientes se mostraban aturdidos, mientras otros se afanaban por llevar a los heridos a camiones para trasladarlos al hospital.
"Cuando escuchamos la explosión, supimos que había ocurrido algo terrible", ha asegurado Anwar Khan, dueño de una compañía de transportes. "Corrimos hacia el lugar y parecía el día del juicio final. Había muertos y heridos por todas partes", cuenta Khan, que ha ayudado a trasladar a 60 personas al hospital.
Un portavoz de los talibanes ha reivindicado la autoría del atentado en declaraciones a la BBC, y ha dicho que se trata de una represalia por el apoyo de la milicia tribal a las fuerzas de seguridad paquistaníes, en una operación que se desarrolla contra los radicales.
El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenó el ataque y reiteró la voluntad de su Gobierno de acabar "con el cáncer del terrorismo", según un comunicado oficial.
Otras 25 personas perdieron la vida ayer y más de un centenar resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado contra una estación de servicio, en esta ocasión en la localidad de Faisalabad, en la provincia oriental de Punyab. Cerca de esa zona hay ubicados edificios militares y de las agencias de seguridad paquistaníes. Otros tres ataques registrados días atrás dejaron un total de 36 muertos en varios puntos del noroeste paquistaní.
