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La torre de Babel, en El Salvador

El presidente, Elías Antonio Saca, destaca los éxitos de sus tres años de Gobierno, mientras los sondeos indican el pesimismo de la población sobre los mismos asuntos

El Gobierno salvadoreño, presidido por Elías Antonio Saca, cumplió el pasado viernes su tercer aniversario. Con la elocuencia que le caracteriza, el mandatario dijo que El Salvador "está cambiando", porque, según su propia evaluación, él "ha cumplido con lo prometido": hacer un "país seguro". Sin embargo, los sondeos indican que la opinión pública no coincide con su gobernante, porque más de la mitad de la población piensa lo contrario. Incluso los más radicales aseguran que la gestión de Saca ha significado "tres años de mentiras, fracasos económicos y violencia jamás experimentada".

Lo cierto es que El Salvador, el país más pequeño y superpoblado de la América continental, está hoy dividido. "Estos días hemos estado en una especie de torre de Babel, explicando en idiomas distintos el país que creemos tener", asegura la socióloga Dolores Alfaro, que no tiene nexos políticos y trabaja en un organismo no gubernamental dedicado al desarrollo social.

En un acto solemne en la Asamblea Legislativa, el presidente Saca presentó el pasado viernes un informe sobre el estado de la nación enumerando los logros de su mandato. Dijo que la economía había crecido más del 4% en 2006 y que en 2007 iría por el mismo camino, lo que supondrá el mayor crecimiento de los últimos 10 años. Sin embargo, las tres últimas encuestas de centros académicos indican que el 70% de los salvadoreños muestra su descontento con la situación económica de las familias debido al alto coste de la vida, los bajos salarios y el desempleo.

En el capítulo relativo a la seguridad pública y ciudadana, el discurso presidencial señalaba como éxitos de la gestión del Gobierno la aprobación de las leyes contra el crimen organizado y contra el terrorismo, pero no mencionaba que el número de homicidios en El Salvador, con una tasa de más de 56 por cada 100.000 habitantes, coloca al país como el más peligroso y violento de Latinoamérica. La gravedad es mayor cuando se reconoce oficialmente que apenas el 20% de los crímenes son juzgados.

Cada uno de los logros mencionado por Saca en su discurso fue aplaudido por los diputados de la oficialista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), mientras que los diputados opositores del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) abucheaban y, puestos en pie, exhibían un cartel con la frase "Tres años de mentiras".

Mientras, en las calles de San Salvador se escenificaba la misma división que en la Asamblea Legislativa: al tiempo que se desplegaban 3.000 policías y el Centro de Gobierno, en cuyo interior está el Parlamento, era acordonado por fuerzas antimotines, en 10 puntos diferentes del país se registraron manifestaciones y concentraciones antigubernamentales organizadas por la oposición.

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