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Un tribunal pide 15 años de cárcel para el principal disidente de China

Pekín juzga a Liu Xiaobo por subversión tras firmar un manifiesto democrático

Los tribunales chinos comenzaron ayer el juicio contra Liu Xiaobo, uno de sus disidentes más prominentes, en medio de las sospechas de las organizaciones de derechos humanos de que Pekín intenta acelerar el caso durante la Navidad en Occidente para atraer menos atención internacional.

Los fiscales acusan a Liu, que el lunes cumplirá 54 años, de "incitar a la subversión del poder del Estado" por publicar ensayos críticos con el Partido Comunista Chino en Internet y ser uno de los autores de la Carta 08, un manifiesto político que pide reformas democráticas dado a conocer en diciembre del año pasado. Podría ser condenado por ello a una pena de hasta 15 años de cárcel.

La detención de Liu hace más de un año y su juicio han provocado un fuerte rechazo. Muchos ciudadanos chinos han mostrado su solidaridad con el detenido y criticado al Gobierno en blogs y otros foros. Estados Unidos y la UE han reclamado repetidas veces su liberación, lo que Pekín considera una "inaceptable" injerencia.

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Además de EE UU y la UE, varias embajadas europeas, incluida la sueca, han solicitado asistir al juicio como observadores. El permiso les fue denegado. Pero diplomáticos de una docena de países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Suecia, Australia y Nueva Zelanda, se congregaron ayer a las puertas del tribunal a la espera de noticias sobre la vista. España, que sucederá durante el próximo semestre a Suecia en la presidencia rotatoria de la Unión, no pidió acudir al juicio ni envió representante alguno, según confirmaron fuentes de la embajada. "Sabíamos que no iban a dejar entrar", declararon.

La policía advirtió a los disidentes chinos más destacados que se quedaran en casa. "Agentes del departamento de Seguridad del Estado vinieron y me dijeron que no intentara ir al juicio. Es totalmente injusto. Liu no debería ser juzgado. Está siendo incriminado por la Carta 08, lo que prueba que China necesita la carta", dijo Ding Zilin, madre de uno de los estudiantes muertos durante las manifestaciones prodemocráticas de Tiananmen, en 1989, y una de las voces más críticas con el Gobierno, informa France Presse. Bao Tong, un alto funcionario que fue purgado tras las protestas de Tiananmen, también recibió las mismas órdenes. "Insistí en que era parte del caso. Si Liu Xiaobo va a ser juzgado, entonces yo también debería ser juzgado. No me escucharon", señaló. Tanto Ding como Bao son signatarios de la Carta 08.

A las puertas del tribunal, algunos de los partidarios de Liu gritaron "larga vida a la democracia, larga vida a Liu Xiaobo", bajo la atenta mirada de decenas de policías, que acordonaron la zona.

La esposa del disidente, Liu Xia, afirmó que no tenía esperanzas sobre el desenlace del juicio y que no planean recurrir el veredicto si es culpable. "Con un Gobierno como éste, un Gobierno sin principios, no hay nada que puedas hacer", señaló, informa Reuters.

Liu, antiguo profesor de la Universidad Normal de Pekín y escritor, fue encarcelado 20 meses por su participación en las protestas de 1989, y posteriormente fue internado tres años en un campo de reeducación por el trabajo. Ha sido un continuo defensor de los cambios y de mayores libertades.

Con su juicio, Pekín ha lanzado una nueva señal de advertencia a otros reformistas, en un ambiente de persecución creciente, que comenzó antes de los Juegos Olímpicos del año pasado. En abril de 2008, Hu Jia, otro incansable luchador por los derechos humanos, fue condenado a tres años y medio de prisión también por "incitar a la subversión del poder del Estado", el cargo habitualmente utilizado por Pekín para enmudecer las voces críticas. Hu fue detenido el 27 de diciembre anterior, en plenas fiestas navideñas en Occidente.

Un partidario de Liu Xiaobo es introducido en un coche policial tras manifestarse ante el tribunal.
Un partidario de Liu Xiaobo es introducido en un coche policial tras manifestarse ante el tribunal.REUTERS

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