_
_
_
_
_

El vertido nuclear provocado por el terremoto de Japón es mayor de lo que se pensaba

El alcalde de Kashiwazaki ordena que las instalaciones atómicas permanezcan cerradas hasta que no se aclaren y reparen todos los daños

La central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, afectada por el terremoto que sacudió el noroeste de Japón el lunes pasado, ha sido cerrada indefinidamente, la cantidad de material radiactivo vertido al mar es mayor de lo que se creía inicialmente. El alcalde de Kashiwazaki, donde se encuentra la central, Hiroshi Aida, ha ordenado que ésta permanezca cerrada hasta que se confirme su seguridad, mientras que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha presionado a Japón para que lleve a cabo una investigación transparente y exhaustiva de lo sucedido para ver si se pueden sacar lecciones que aplicar a otras centrales nucleares en el mundo.

Más información
Así se produce un terremoto
Japón ordena el cierre de la planta nuclear dañada por el seísmo

Tsunehisa Katsumata, presidente de la compañía que gestiona la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha visitado hoy las instalaciones, afirmando que es "un caos". Anoche, su compañía emitió un comunicado con una lista de decenas de problemas registrados en la central a raíz del seísmo. Katsumata se ha disculpado por "toda la preocupación y los problemas causados", pero ha defendido los estándares de seguridad de las instalaciones. "Llevaremos a cabo una investigación de principio a fin, pero creo que fundamentalmente hemos confirmado que nuestras medidas de seguridad funcionaron", ha afirmado, subrayando que "es difícil hacer que algo funcione perfectamente".

TEPCO, la mayor compañía eléctrica del país, dijo que el terremoto fue más fuerte de lo previsto para los siete reactores de la central, pero ninguno de los problemas planteó una seria amenaza para la población o el medio ambiente. Sin embargo, la central sufrió un incendio, la ruptura de varias tuberías, fugas de agua y vertido de deshechos radiactivos.

Error de cálculo en el vertido

En este sentido, la compañía ha anunciado hoy que la fuga de agua radiactiva en el Mar de Japón fue en realidad un 50% mayor de lo que inicialmente se anunció el lunes por la noche, pero los niveles siguen estando aún por debajo de los niveles de peligro. "Cometimos un error a la hora de calcular la cantidad que se vertió al mar. Pedimos disculpas y lo estamos corrigiendo", ha señalado la empresa en un comunicado. Según su portavoz, Jun Oshima, la cantidad vertida sigue siendo "una milmillonésima parte del límite legal en Japón".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Asimismo, la compañía ha informado hoy de que unos 400 barriles que contenían desechos con un bajo nivel de radiactividad se volcaron en un almacén de la central, revisando la cifra inicial de cien. El impacto golpeó las tapas de unos 40 barriles, derramando su contenido en el suelo, según indicó otro portavoz, Tsutomu Uehara, quien aseguró que no se ha detectado ninguna radiación fuera de las instalaciones.

Este extremo fue confirmado por el subdirector del organismo de vigilancia nuclear del Gobierno, Akira Fukushima, quien afirmó que los inspectores no han detectado ninguna anormalidad en el lugar. Sin embargo, estos datos no han parecido convencer al alcalde de la ciudad, de 93.500 habitantes, que ha ordenado hoy que las operaciones en la central se suspendan "por razones de seguridad". "Estoy preocupado", ha afirmado, considerando "difícil reanudar las operaciones en estos momentos". "La seguridad de la central debe garantizarse antes de que se reabra", ha remachado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_