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La vieja guardia del SPD cede el paso tras el desastre electoral en Alemania

Steinmeier dirigirá la oposición a Merkel pero no será el jefe del partido

La vieja guardia del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) rindió ayer casi todas sus posiciones tras la debacle electoral del domingo. Resiste Frank-Walter Steinmeier, que se conformó con resultar elegido para dirigir el grupo parlamentario. El domingo, Steinmeier encajó como candidato a la cancillería la peor derrota del SPD desde la II Guerra Mundial. Será jefe de la oposición alemana cuando su actual socia en la Gran Coalición, la canciller Angela Merkel, forme un nuevo Gabinete con los liberales del FDP.

Ayer, el todavía vicecanciller y ministro de Exteriores renunció sin embargo a presidir el partido. Su actual presidente Franz Müntefering, de 69 años, había anunciado ante el mermado grupo parlamentario socialdemócrata que no se presentará a la reelección en el congreso federal del partido en noviembre. Como sucesor de Müntefering se baraja al actual ministro de Medio Ambiente Sigmar Gabriel, de 50 años.

Los socialdemócratas alemanes celebrarán un congreso el próximo noviembre

No son las únicas consecuencias del desastre. También se van el vicepresidente del SPD y ministro de Hacienda, Peer Steinbrück, que dimitió de todos sus cargos, y el secretario general Hubertus Heil. Su dimisión a los 39 años ha causado cierta sorpresa. Se especula que Andrea Nahles, dirigente del ala izquierda del partido y también de 39 años, relevará a Heil en la Secretaría General.

La lucha por el liderazgo en el seno socialdemócrata se prolongó durante toda la jornada de ayer y está lejos de concluir. El grupo parlamentario, que se redujo el domingo de 221 a 146 escaños, emitió 126 votos favorables a Steinmeier y 16 contrarios. El 88,7% final no es para echar cohetes. Su predecesor, Peter Struck, había obtenido el 94% hace cuatro años. Ahora, se pueden prever tensiones en el trío de Steinmeier, Gabriel y Nahles. La figura de esta última, una estrella ascendente en el tormentoso firmamento del SPD, podría resultar demasiado pesada para un puesto de relativa importancia como la Secretaría General.

El desplome de 11 puntos sufrido el domingo en las elecciones generales dejó al histórico partido un raquítico 23% de los apoyos. Causó una avalancha de propuestas y especulaciones sobre un cambio radical en la cúpula del SPD. La primera embestida llegó el lunes por la noche desde Berlín, donde Klaus Wowereit, de 56 años, gobierna desde 2001 en coalición con el pujante partido La Izquierda.

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El dirigente del SPD berlinés Michael Müller nombró a Wowereit, a Nahles y a Gabriel como posibles renovadores de la socialdemocracia "en los próximos tres o cuatro años". Tanto los salientes Steinbrück y Müntefering como Steinmeier se asocian todavía a la denostada Agenda 2010, el programa de recortes sociales del ex canciller Gerhard Schröder (SPD).

En cuanto a Wowereit, no es todavía un peso pesado en el partido, pero sí una de sus caras más famosas en Alemania. Como jefe del Gobierno regional en Berlín, tiene además la experiencia de haber tratado con La Izquierda durante ocho años.

La moderada política de ahorro y de contención presupuestaria del SPD y La Izquierda en Berlín confieren a Wowereit una imagen de domador de fieras que podría ser adecuada para emprender un acercamiento a La Izquierda en el plano federal. El nuevo partido, que resultó en 2007 de la boda entre los ex comunistas del Este con los socialdemócratas disidentes de Oskar Lafontaine en el Oeste, obtuvo el domingo el 12% de los votos en toda Alemania.

Frank-Walter Steinmeier, ayer, en la reunión del grupo parlamentario del SPD.
Frank-Walter Steinmeier, ayer, en la reunión del grupo parlamentario del SPD.AFP

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