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Reportaje:

Jabugo con GPS

La Universidad de Extremadura lidera un proyecto que permite a los ganaderos saber en cada momento dónde está su cabaña

Son cerdos ibéricos, las estrellas de la ganadería extremeña, y sus propietarios quieren saber en tiempo real dónde están, por dónde se mueven y hasta qué comen. Por eso, la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura trabaja en un proyecto para colocarles un GPS de última generación.

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Si la Facultad conoce perfectamente al cerdo ibérico, Orange, la empresa de telefonía móvil, se ha unido a ellos para poner a su disposición lo más actual de esta tecnología de seguimiento y control. El proyecto intenta paliar dos problemas: la carencia de mano de obra especializada, tanto en el sector del cerdo ibérico como en el resto de la ganadería extensiva, y la escasez de recursos naturales que, en el caso de la dehesa y el cerdo ibérico, cobra una dimensión especial, "ya que para la cría de esta especie es imprescindible la disponibilidad de bellota y pasto", señala Miguel Aparicio, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura y responsable de la investigación.

El proyecto, en fase de prueba no sólo en Extremadura, sino también en otras zonas como el País Vasco, Salamanca o Pirineo, se comercializará una vez sea factible la fabricación en serie de estas unidades GPS. La aplicación de esta tecnología puede llegar a cualquier animal de ganadería extensiva. Sólo hace falta saber cuáles son las prioridades del ganadero, dependiendo de si su cabaña es de porcino, ovino, bovino o toro bravo. "Por ejemplo, a un ganadero del norte, más que saber qué come su ganado, lo que le interesará conocer es dónde están sus vacas en la montaña y evitar desplazamientos que, a veces, pueden durar días", comenta Pablo Gómez de Olea, responsable de Innovación de Orange.

Una idea, una realidad

Miguel Aparicio comenzó en 2002 a investigar sobre el sistema de monitorización del ganado en régimen extensivo. Al principio, Aparicio y su equipo utilizaban dispositivos autónomos, que colocaban a los animales y que recuperaban después, para descargar la información y estudiar a posteriori los movimientos del animal. Las limitaciones de esos aparatos y la necesidad de no interferir en el comportamiento de los ejemplares fueron determinantes para que los investigadores se propusieran superar la barrera tecnológica. "Necesitábamos equipos con mayor capacidad operativa y planteamos la idea, loca en aquel momento, de ver al animal en tiempo real", comenta el investigador. Poco tiempo después, los científicos contactaban con Orange.

Con los nuevos dispositivos de la empresa de telefonía, los ganaderos podrán saber casi en tiempo real y desde una consola o un ordenador colocado en casa dónde está el ganado, por qué zonas se ha desplazado, cuál es su temperatura y hasta su ritmo cardiaco y respiratorio. "Con esos datos podemos extraer conclusiones que ayuden a la mejora de la explotación, las condiciones de trabajo de los ganaderos o el aprovechamiento sostenible de los recursos en ecosistemas únicos, como la dehesa extremeña", comenta Aparicio. Las nuevas tecnologías prometen revolucionar nuestros campos. El resultado está por ver.

EL PAÍS/TIERRA

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