Acampada por el piso del futuro

"Muchos creen que lo tendrán todo arreglado cuando terminen la carrera, pero comprar un piso será todavía más difícil dentro de unos años que ahora". Ainhoa Pérez, de 23 años, reflexiona sobre el mercado inmobiliario junto a una veintena de tiendas de campaña alineadas en dos filas a la salida del metro de Ciudad Universitaria.

Ella es una de las integrantes de la plataforma Derecho a Techo, constituida hace una semana para protestar por las dificultades para independizarse. "Echábamos de menos el debate de la vivienda en la universidad y hemos decidido traerlo nosotros", explica.

Con esta intención, un grupo de amigos montaron la plataforma y decidieron convocar una recogida de firmas con mensajes, correos y por el boca a boca. "Somos unos 150, la mayoría universitarios, pero también se ha apuntado gente joven que está trabajando", explica Antonio Cartier, de 23 años, portavoz oficial de Derecho a Techo. "Ya basta de jugar con nuestro futuro", se queja este esudiante de Ingeniería de Obras Públicas, que ve "muy lejano" el sueño de tener una casa propia.

En su primera jornada reivindicativa recogieron más de 700 firmas que colgarán en su página web (www.plataformaderechoatecho.org). También repartieron un manifiesto en el que reclaman alquileres que no excedan el 30% de los ingresos de un joven (unos 200 euros) y la penalización fiscal de las viviendas que no sean primera y segunda residencia, entre otras medidas.

"No se trata de que todos queramos comprar una casa, es que los precios por compartir una habitación ya llegan a los 400 y 500 al mes", cuenta Antonio en la web. Los jóvenes madrileños son los que más se endeudan en España a la hora de comprar una casa, según un informe que el Consejo de la Juventud de España hizo público el pasado agosto.

Derecho a Techo pide además el apoyo de las administraciones y arremeten principalmente contra la Comunidad de Madrid, que "tiene las competencias en materia de vivienda y urbanismo". Ayer, en una de las tiendas, colgaron un cartel con la cara de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid y con un letrero: "Acampa con nosotros, ella nunca lo haría".

Para montar la acampada, consiguieron un montón de tiendas iguales, todas del modelo más barato. "Alguna las teníamos ya y otras las hemos comprado por 19 euros, pero si fuera suelo de Madrid costaría unos 13.000", calcula Antonio. Un chico se acerca a pedir información. "Habéis tenido una gran idea", comenta tras poner su firma.

"Hemos tenido una aceptación increíble, estamos muy contentos", añade el portavoz. Además de los miembros de la plataforma, un grupo de espontáneos se apunta a la iniciativa desde el lateral del campamento.

Casi escondida, hay una tienda amarilla un poco más baja que el resto, donde conversa un grupo de colegas. Son siete estudiantes de Telecomunicaciones, de entre 19 y 20 años. Ninguno piensa comprar un piso de momento, pero el tema ya les preocupa. Carlos, el dueño de la tienda, lo explica con pocas palabras. "Estoy aquí porque no quiero pasar toda mi vida en casa de mis padres".