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Aguirre ficha a Boadella como director de los nuevos teatros del Canal

Soledad Alcaide

Y Albert Boadella dijo sí. Cuatro años han tenido que pasar para que Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, logre arrancar al enfant terrible del teatro catalán el compromiso de asumir la dirección artística de los Teatros del Canal. Esta mañana lo anunciará la presidenta en la Asamblea, durante el debate del estado de la región, según fuentes del Gobierno regional. "Boadella ha aceptado ocuparse de la programación", aseguraron. Pero él no pudo ser localizado anoche para confirmarlo.

"No soy el perfil adecuado para trabajar en la Administración pública; siempre he trabajado en el mundo privado, con unos límites muy grandes de libertad, haciendo lo que quería en todo momento", afirmó Boadella en julio de 2004, después de que Aguirre anunciara en Barcelona que le había propuesto dirigir los teatros. "Difícilmente abandonaré mi propia obra", explicó, en referencia a Els Joglars, la compañía que dirige desde hace 47 años, y a la que entonces se negó a "poner los cuernos".

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La primera vez que Esperanza Aguirre le ofreció a Boadella dirigir los Teatros del Canal, parecía inminente el fin de las obras de este espacio cultural de más de 35.000 metros cuadrados, dividido en tres edificios que albergan otros tantos escenarios más un centro coreográfico y que cuenta con un presupuesto millonario, que hoy concretará Aguirre.

Los trabajos, dirigidos por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, se dilataron más de lo previsto -su apertura estaba fijada para 2006-. Hasta el punto de que la presidenta regional llegó a destituir al arquitecto, al que culpaba de los retrasos, para luego, tras la polémica suscitada, volverlo a contratar. Y, aunque el escenario se abrirá el próximo martes al público, con una inauguración triunfal en la que se estrenará un musical de Nacho Cano, luego quedará cerrado y no habrá programación al menos hasta entrado 2009.

En el tiempo que han durado las obras, Boadella ha vivido una transformación radical en lo político y también en su relación con Cataluña, razones que probablemente han condicionado su decisión.

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De simpatías anarquistas, luego socialistas, el director catalán ha ido escorándose cada vez más a la derecha, y acercándose a posiciones que defiende la propia Aguirre, que suele hablar de la persecución del castellano en Cataluña, desde su vinculación al partido Ciutadans de Cataluña. Al mismo tiempo, se ha enquistado la relación de Boadella con su tierra de origen, porque él ha achacado la falta de público catalán en sus estrenos a un boicoteo político, similar al que en su día sufrió el cava catalán.

"No volveré a actuar en Cataluña, porque aquí existe un problema de libertad", dijo en la presentación de su libro Adiós, Cataluña. Crónica de amor y de guerra. Lo hizo de un modo muy teatral: subido a un barco, en el puerto de Barcelona. "Adiós, Cataluña..., hasta otra vida", gritó. Nadie esperaba que el puerto al que se dirigía era seco: Boadella tendrá que trasladarse a Madrid para asumir su nuevo empleo.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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