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Aguirre oculta su patrimonio, pese a que dice que es público

Jesús Sérvulo González

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tiene buena memoria. Hace unos siete años aseguró en una entrevista en EL PAÍS: "No pienso exhibir mi patrimonio ni hacer un striptease. Pero he ido a un notario para que certifique que, en mis 20 años en la política, mi patrimonio no se ha incrementado, sino que ha disminuido".

El pasado sábado cuando se le pidió que hiciera público su patrimonio tras decir que "es pobre de pedir" recordó la frase y volvió a lanzarla: "Mi patrimonio es público. Hay un acta notarial en Internet... Mi patrimonio no solo no ha incrementado, sino que ha disminuido", lanzó antes de intervenir en un congreso sobre la mujer rural en Pontevedra.

El documento notarial al que se refiere Aguirre consiste en una enumeración de las declaraciones de bienes de la presidenta regional desde 1987 hasta 2000 sin precisar el valor ni cuáles son sus propiedades. Lo que sí precisa el notario es que el patrimonio de Aguirre crece en 99.408 euros como consecuencia de una herencia. La dirigente popular elude mostrar todo su patrimonio: "Considero nocivo y un atentado a la intimidad hacerlo público", dijo Aguirre en 2003.

Desde que el pasado jueves aseguró que es "pobre de pedir", la oposición en Madrid (PSOE e IU) han reclamado que haga público su patrimonio, ya que gana 105.844 euros al año como presidenta de Madrid. El secretario general del PSM, Tomás Gómez, le reclamó ayer que pidiera perdón a los madrileños.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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