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POLÉMICA SOBRE UNA FUTURA ZONA PROTEGIDA

Aguirre reduce el parque nacional del Guadarrama a un tercio de lo anunciado

El proyecto excluye de la máxima protección Abantos, Lozoya y la sierra norte

Mábel Galaz

La Comunidad de Madrid presentó ayer sus planes de protección para la sierra del Guadarrama con la intención de que el Ministerio de Medio Ambiente le otorgue al final de la tramitación la condición de parque nacional. Para la ocasión, Esperanza Aguirre, la presidenta regional, eligió Rascafría, en el corazón del futuro parque nacional. Allí citó a los representantes de los principales grupos ecologistas y a los 37 alcaldes afectados por el futuro parque. También estuvo Eduardo Martínez de Pisón, el catedrático de Geográfica, que ha realizado el proyecto.

Estaban todos. Sólo faltaba el documento clave: el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), que no fue dado a conocer. En ese texto de unas 200 páginas recoge la protección prevista para el área de Guadarrama.

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Aguirre propone proteger 34.540 hectáreas de la vertiente madrileña de la sierra del Guadarrama. Este espacio será el que tendrá la máxima consideración ambiental, es decir, la zona que podría ser declarada parque nacional. Pero estas 34.540 hectáreas representan sólo un tercio de las 100.000 que figuraban en el mapa que años atrás le entregó a Eduardo Martínez de Pisón el entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aunque ya entonces excluía de entrada la llamada sierra norte.

El PORN nació condicionado por la política del PP, y lo ha seguido estando con el paso de los años y la llegada de Aguirre a la presidencia de la Comunidad. El desarrollo urbanístico ha crecido de tal manera en la región que las limitaciones para redactar el proyecto se han ido acortando, a la vez que aumentaban las urbanizaciones.

Martínez de Pisón y un equipo integrado por 34 personas ha tratado de adecuar en las figuras de protección marcadas por el Ministerio de Medio Ambiente un espacio de por sí ya degradado. Siguiendo las indicaciones marcadas por el Plan Director de Parques Nacionales, el geógrafo ha incluido 34.540 hectáreas como zona de máxima protección y ha creado diferentes zonas alrededor de este espacio, a las que ha denominado zona periférica de protección, paisajes protegidos y usos especiales.

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La diversidad de la clasificación de este espacio es, según fuentes del equipo de Martínez de Pisón, la forma de poder controlar las zonas ya degradadas por los excesivos desarrollos urbanísticos, como el monte Abantos (en San Lorenzo de El Escorial) y otros parajes como las estaciones de esquí de Navacerrada y Valdesquí.

El equipo de Martínez de Pisón ha explicado que diseñar un parque en la sierra del Guadarrama es una tarea muy diferente de hacerlo en un área bien conservada como Doñana, Ordesa y Monfragüe, que son espacios menos invadidos por el urbanismo. La sierra del Guadarrama es atravesada por una autopista (la AP-6), un tren de alta velocidad (a Valladolid), dos estaciones de esquí (Navacerrada y Valdesquí) y un urbanismo desaforado. Ante este hecho, las opciones eran dos: proteger sólo las cumbres o crear un colchón para intentar que Guadarrama no se convierta en un parque rodeado de casas.Martínez de Pisón ha optado por la segunda opción: proteger las cumbres y crear zonas de diferente protección, con legislación propia, para impedir que el urbanismo siga avanzando.

Aguirre ha prometido varias veces que haría prevalecer el medio ambiente sobre el urbanismo. Pero numerosos municipios madrileños se preparan para modificar sus planes de crecimiento antes de que el futuro parque nacional avance en su tramitación. Ecologistas en Acción calcula que, sólo en la parte madrileña, los municipios intentan construir más de 38.000 casas.

La presidenta no puso fecha a la aprobación del PORN por el consejo de gobierno regional, que es el paso siguiente a su presentación y previo al refrendo de la Asamblea, antes de que el proyecto pase al Ministerio de Medio Ambiente. Este nuevo paréntesis, que Aguirre justificó con el argumento de que quería hablar antes con los 37 alcaldes implicados en el plan, deja más tiempo de actuación a los urbanizadores.

Aguirre tranquilizó a los alcaldes de los 37 municipios respecto a los usos tradicionales de la zona, tales como los aprovechamientos madereros o ganaderos que, según dijo, "se van a preservar". Les anunció que la Comunidad establecerá un "adecuado nivel de garantía económica" para que sea compatible la vida en el pueblo con el futuro parque nacional.

El proyecto incluye en las 34.540 hectáreas del parque nacional zonas de uso restringido, que tendrán máxima protección; zonas de medio o uso moderado, donde sólo se podrán realizar actuaciones puntuales; zonas de uso tradicional (como el monasterio de El Paular) o de uso especial.

La zona de preparque, o zona periférica de protección, incluirá espacios como la parte norte de Cercedilla. Soto del Real, Cuelgamuros, El Escorial y el monte de Abantos quedan fuera de la zona de máxima protección y se enclavarán en la denominada de paisaje protegido. La razón que da Martínez de Pisón es que el urbanismo en esa zona ha crecido tanto que el Plan Director de Parques Nacionales hacer imposible su inclusión. "Las localidades consideradas espacios protegidos tendrán una categoría especial que también restringirá su crecimiento urbanístico", afirma el geógrafo.

El valle de Lozoya y Rascafría son considerados en los planes de Aguirre como parque regional y no nacional. La propuesta de la Comunidad deja fuera del parque nacional y del preparque 25.100 hectáreas. Éstas son denominadas zona de transición, que es donde están la mayor parte de núcleos urbanos, como Los Molinos, Cercedilla, Guadarrama, San Lorenzo del Escorial, Collado Mediano, Moralzarzal y Soto del Real. En ellos se podrá construir, aunque de manera controlada. "Los edificios serán como máximo de dos alturas y sus construcciones se someterán a normas estéticas y paisajísticas", dicen. Grupos ecologistas consideran que esta norma permitiría construir unas 200.000 casas.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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