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Aguirre sube a los maestros a la tarima

La presidenta impone una medida que los expertos creen irrelevante

Primero una ley para que los profesores se conviertan en autoridad pública y ahora tarimas en las aulas para los maestros. Es el nuevo anuncio que ayer hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que aseguró que extenderá a las clases de los colegios públicos el escalón que eleva las mesas de los docentes por encima de las de los estudiantes.

Todo apunta a que con esta nueva medida Aguirre trata de dilatar el interés que ha suscitado la futura Ley de Autoridad del Profesor, de la que habló por primera vez en el debate del estado de la región el pasado martes. La polémica que ha generado la idea de dar rango de autoridad pública a los maestros ha tapado la falta de propuestas de calado que hizo la presidenta durante el debate. Y coincide en un momento en el que la crisis ha entrado de lleno en la región, el Gobierno regional carece de fondos para gestionarla -con una deuda de 12.000 millones de euros- y está a punto de regresar a la actualidad el caso de los espías, con la declaración ante el juez como imputado del ex director general de Seguridad Sergio Gamón el miércoles.

Porque los expertos en educación consultados explican que recuperar las tarimas no tiene ningún tipo de consecuencia relevante en materia pedagógica y que el problema de la falta de autoridad es más complejo.

Además, la propia Consejería de Educación reconoció ayer que ni la medida estará incluida en la futura ley, ni ha estimado todavía qué coste puede suponer para el Gobierno regional colocar tarimas en los 1.578 centros públicos de la región. "En cualquier caso no será elevado", puntualizó un portavoz."Con esto hemos conseguido llegar a discutir del sexo de los ángeles", consideró sobre el regreso de las tarimas a las aulas el experto en educación y catedrático de Sociología de la Universidad Complutense, Julio Carabaña, que estima que "carece de trascendencia" en la educación de los alumnos.

También María Ángeles Espinosa, profesora de la Autónoma de Madrid, experta en violencia escolar, cree que no es una solución a la falta de autoridad de los maestros. "Hay otros cauces más eficaces", sostuvo. "El problema de la autoridad moral no es de estar en una tarima o al mismo nivel de los alumnos, sino que es un concepto más global, de la figura del profesor, del respeto a otras personas y a quienes representan el conocimiento", agregó. "No le veo el sentido práctico", aseguraba perplejo Amancio Esteban, secretario de la Asociación de Directores de Primaria de Madrid y director del colegio público Seis de Diciembre, de Torrejón de Ardoz, que dice que toda la vida ha trabajado sin tarimas. "En Primaria los profesores estamos todo el tiempo entre los niños, de pie. De verdad, no le veo el sentido".

La justificación que ofreció Aguirre, durante una visita a un colegio en Los Molinos, es que así los profesores tendrán una visión "más general" del aula. También aseguró que no entendía por qué se han retirado las tarimas, pese a que hace ya más de 30 años que no figuran en los colegios públicos. "Vamos a ponerlas otras vez", zanjó.

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En cambio, Aguirre rechazó que se vayan a implantar medidas como obligar a los alumnos a que se levanten cuando entre el profesor en el aula. Sí se mostró de acuerdo con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que en la campaña electoral de su país llegó a afirmar que le gustaría que los estudiantes trataran de usted a los maestros. "Representa una ruptura con el espíritu del 68, que no es otra cosa que, a mi juicio, la permisividad mal entendida", defendió.

Desde las filas de la oposición hubo críticas a la nueva medida. "¿Es la tarima la solución a los problemas educativos de la comunidad?", se preguntó la portavoz socialista, Maru Menéndez. "No es posible que al calor de una iniciativa que tiene acogida, y que debe inscribirse en el marco estatal y con una ley integral que aborde los aspectos educativos, se anuncie cada día una nueva ocurrencia y que nos dediquemos todos a hablar de las tarimas como si fuera la solución para la escuela en la región".

También fue muy crítica la diputada de IU Eulalia Vaquero, portavoz en la Comisión de Educación, que habló de "falta de seriedad" en el análisis de las necesidades educativas por parte del Gobierno regional, que provoca un "debate falso". "Hay que disminuir el número de alumnos por aula, ampliar plantillas, potenciar las tutorías, reforzar los equipos de orientación y poner en marcha un plan de medidas urgentes para el éxito escolar del alumnado", exigió.

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