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Aguirre traspasará su red de bibliotecas públicas a Gallardón

El acuerdo supone integrar a 444 funcionarios de la Comunidad y transferir la propiedad de 15 edificios - El objetivo: carné y catálogos únicos

El carné rojo para las bibliotecas gestionadas por la Comunidad; el azul, para las del Ayuntamiento. Para buscar un libro, un disco o una película, hay que hacer dos búsquedas: en el catálogo de las bibliotecas municipales y en el de las regionales. Y todo ello en la misma ciudad. Porque desde hace más de dos décadas conviven dos redes paralelas. Comunidad y Ayuntamiento llevan años anunciando un consorcio que las unifique y firmando acuerdos en ese sentido, pero ha tenido que ser la crisis y el deseo de ahorrar de las Administraciones el que vaya a poner fin a casi un cuarto de siglo de duplicidad en las bibliotecas públicas de la capital. La Comunidad traspasará al Ayuntamiento sus 16 equipamientos (aunque uno de ellos ya está en un edificio cedido en su momento por el Ayuntamiento), que se sumarán a los 29 municipales.

El usuario saldrá ganando, ya que podrá usar 45 bibliotecas con un mismo carné y verá un mismo catálogo. Pero el traspaso tiene consecuencias que llevará meses zanjar, como la homologación de los 444 funcionarios de la Comunidad que trabajan en sus bibliotecas y que ahora tienen que pasar a formar parte del Ayuntamiento. Las bibliotecas municipales, pese a ser casi el doble, cuentan con 450 funcionarios.

El traspaso se está negociando en las conversaciones entre Administraciones para evitar duplicidades de competencias. La decisión política está tomada -están de acuerdo con esta solución las dos partes-, aunque aún no firmada. Ahora son los equipos técnicos de la Consejería de Cultura y de la Concejalía de Las Artes, de las que dependen las bibliotecas, las que están abordando cómo integrar dos redes muy distintas, cada una con sus funcionarios, su catálogo, su organización...

Se trata de hacer una radiografía de cuál es la situación: remuneraciones de los trabajadores, gastos de mantenimiento, de seguridad, de limpieza... "Con esos datos se podrá evaluar qué costes tiene la integración", explica el coordinador de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, Juan José Echeverria. La propiedad de los edificios también pasará al Ayuntamiento. Con 15 de ellos, se tendrá que hacer una transferencia patrimonial. La excepción es la Biblioteca Pública Central de la Comunidad, que está en un edificio, en la calle Felipe el Hermoso, cedido por el Consistorio.

Es "razonable" que la Comunidad traspase sus centros, aseguró un portavoz de la Consejería de Cultura, dado que todas las bibliotecas de la Comunidad están en la capital. En el resto de municipios son los Ayuntamientos los titulares. El diputado regional y viceconsejero de Asuntos Generales de la Vicepresidencia de la Comunidad, Borja Sarasola, habló ayer de "avance importante" en la negociación, y añadió que en el caso del Bibliometro (los módulos de préstamo de libros en el metro) se haría al revés, pasarían a la Comunidad. Actualmente hay 12 en otras tantas estaciones, seis de propiedad regional y seis municipal.

Comunidad y Ayuntamiento son conscientes de que la duplicidad es un sinsentido. Llevan desde 2005 intentando crear un consorcio y han dado pasos, como usar el mismo sistema informático o planificar las actividades de forma conjunta, editando un mismo folleto informativo. El consorcio se ha anunciado varias veces, una en mayo de 2010, cuando la directora general de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Comunidad aseguró que se iba a firmar un convenio "en las próximas semanas". Sin embargo, era "complejo y no urgente", asegura Echeverria, de ahí que en 2011 aún no estuviera creado. La negociación de las duplicidades lo ha acelerado, pero en lugar de consorcio, será traspaso. Más radical, pero también más sencillo, aseguran desde el Consistorio.

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Las otras duplicidades en negociación

- Metro. La Comunidad de Madrid se quedará la gestión de Metro en solitario. El Ayuntamiento ha aceptado el acuerdo por el que cede el control compartido, que tenían desde 2004, a cambio de unos 140 millones de euros.

- Servicios de emergencias. El SAMUR -dependiente del Ayuntamiento de Madrid- y el Summa -de la Comunidad- actúan ambos en la capital. El primero, en la calle; el segundo, en domicilios (además de cubrir el resto de la región). La integración del SAMUR en el Summa parece descartada. Lo más razonable, aseguran desde las dos Administraciones, es que el SAMUR haga todos los servicios en la capital, y el Summa en el resto de la región. Para ello, la Comunidad debería compensar al Consistorio por la actividad extra.

- Educación. Existen duplicidades en escuelas infantiles. El Ayuntamiento cuenta con 52, y solo dos son de gestión directa; la Comunidad tiene algo más de 60, pero el 40% son de gestión directa, lo que complica su traspaso porque implica mover trabajadores públicos (con un coste en nóminas de 30 a 40 millones).

- Asuntos sociales. Existen centros de mayores de titularidad municipal y regional. En el primer caso son casi un centenar, frente a los 16 de la Comunidad.

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