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El Ayuntamiento lanza una campaña de publicidad para justificar su política de obras

Los anuncios tendrán una segunda parte después de navidades, a cuatro meses de las elecciones

"¿Qué pasaría si nunca pasara nada?". La frase se superpone a fotografías de los albores del siglo XX, en las que se ve a un hombre a lomos de un burro en la Gran Vía o el campo junto a la plaza de toros. El Ayuntamiento ha empapelado la ciudad de cartelones, banderolas y anuncios para explicar, a seis meses de las elecciones, su apuesta por las grandes obras. La campaña, que cuesta un millón de euros, continuará después de navidades: un segundo anuncio mostrará la transformación que ha vivido la capital gracias a las infraestructuras realizadas (incluidas las del actual gobierno). Una ley aprobada hace un año prohíbe a las administraciones realizar campañas de publicidad "que tengan como finalidad destacar los logros de gestión".

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El artículo 4 de la Ley 29/2005 de Publicidad y Comunicación Institucional prohíbe a las administraciones realizar campañas de publicidad y comunicación "que tengan como finalidad destacar los logros de gestión o los objetivos alcanzados". Esa ley es aplicable a todas las administraciones, incluidos los ayuntamientos. La cuestión es determinar dónde termina la información de servicio público o de concienciación ciudadana, y dónde empieza la propaganda; el organismo que deberá decidir en cada caso concreto aún no se ha constituido.

La campaña del Ayuntamiento comenzó el lunes y termina el 1 de diciembre. Una galería de fotografías del Madrid antiguo -extraídas del Museo Municipal-, en blanco y negro pero ligeramente coloreadas, muestra cómo era la capital hace muchas décadas. Está la Gran Vía completamente embarrada, y un hombre la atraviesa en un carro tirado por un burro; está también la glorieta de Cuatro Caminos, con más burros y un tranvía; la plaza de Ventas, un arenal en el mismo sitio por donde ahora pasa la M-30; o la calle de O'Donell, sin un coche. Impreso sobre las imágenes, un lema: "¿Qué pasaría si nunca pasara nada?". Y el logo del Ayuntamiento.

Los servicios municipales trabajan ya en la segunda parte de la campaña, que llegará en febrero y mostrará la evolución de la ciudad en este siglo: cómo ha cambiado y por qué. "Estarán las obras realizadas por el gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón. Pero también las de anteriores corporaciones. Se quiere transmitir la idea de que una ciudad se muere si no se transforma, que las obras son buenas y necesarias", explican fuentes municipales.

Estos responsables niegan que la campaña constituya un ejercicio de autojustificación después de dos años de obras. "No hay que justificar nada porque las obras estaban en el programa electoral y el programa hay que cumplirlo. Pero es que, además, en esta campaña no hay propaganda: es sólo una reflexión sobre la evolución de la ciudad", agregan. Los dirigentes del PP subrayan, por último, que el artículo 4 de la Ley de Publicidad y Comunicación Institucional "no lo cumple nadie, empezando por el Gobierno central".

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La portavoz de IU, Inés Sabanés, tachó ayer de "electoralista y manipuladora" la campaña. Para Ángel de Lucas, profesor emérito de Sociología del Consumo de la Universidad Complutense, "la publicidad es totalmente electoral, ya que, implícitamente, acusa de inmovilistas a quienes critican las obras emprendidas por el alcalde". "Comparar nuestra sociedad opulenta con el Madrid miserable de hace 70 años me parece un abuso; el desarrollo madrileño no es obra de este alcalde únicamente, sino un proceso que involucra a toda la sociedad", añadió Lucas, informa Rafael Fraguas.

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