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Entrevista:

"En Hollywood nunca se olvidarán de los españoles"

Como en Fuenteovejuna, todas a una, las chicas de Belle époque se abrazaban entre risas y lágrimas, sin dejar de gritar, cuando Anthony Hopkins sentenciaba con el Oscar a la película de Fernando Trueba. Momentos antes, Penélope Cruz, Maribel Verdú, Ariadna Gil y Miriam Díaz Aroca jugaban a las quinielas con los premios para calmar unos nervios que tanto a Maribel como a Penélope les costaron un fuerte dolor de estómago, entre otras sensaciones imposibles de explicar por la benjamina de las jóvenes actrices. Madrileñia, a punto de cumplir 20 años, reside actualnente en Nueva York, donde su vida transcurre con bucólica placidez. Algo en su interior le decía que el premio estaba escrito pero ni siquiera el suave sol californiano calmaba la ansiedad que precede al momento en que se cumplen los sueños. El constante sonido del teléfono -como para esta entrevista- les robaba después su tiempo para el otro, el sueño físico, ése que se regala con gusto a cambio de semejante alegría.

Pregunta. Cuéntenos exactamente cómo reaccionaron.

Respuesta. Es tanta la tensión acumulada que, cuando te lo dicen, te quedas como triste. Nadie podía entenderme, pero en ese instante nos pusimos a gritar y a llorar. Para colmo, justo después salía Antonio Banderas al escenario y David Trueba empezó a gritar: "¡Torero, torero!". Y, con lo discretos que son allí para sus cosas, te aseguro que no se van a olvidar jamás de los españoles.

P. ¿Le impresionó la ceremonia?

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R. Menos de lo que esperaba, porque todo es muy lento, hay muchos parones para la publicidad. Impacta más verlo por televisión, pero lo que de verdad me ha fascinado es cruzarte de repente con Tom Cruise, ver cómo te abraza Emma Thompson. Se alegró tanto que parecía una más de la película. Qué gran actriz, y qué gran persona.

P. Pero usted era optimista a pesar de los nervios.

R. Algo en mi interior me decía que sí, que nos llevábamos el Oscar, a pesar de rivales tan fuertes como Adiós a mi concubina. Pero de Belle époque sólo se pueden esperar cosas buenas. Es una película que, desde que empezamos a rodarla, sólo nos ha dado alegrías.

P. Vuelve usted a Nueva York, allí es donde usted vive actualmente.

R. Sí, me viene muy bien para mi inglés y, en general, para estudiar. Es una ciudad por la que se puede caminar, algo que en Los Angeles es imposible. Aquí, en California, la gente vive demasiado obsesionada por el cine. En Nueva York salgo poquísimo, he conseguido llevar una vida muy tranquila, porque la calle, aunque me encanta, tiene una velocidad excesiva y contagiosa.

P. ¿Vendrá a Madrid en abril para el estreno de la película Allegre ma non troppo, que rodó con Fernando Colomo?

R. Creo que sí, y me quedaré unos meses para la próxima película de Álvaro Fernández Armero, con Ariadna Gil, Coque Malla y Jordi Mollá.

P. Lo que se dice toda una generación X a la española.

R. Pues eso parece, aunque Luis García Berlanga y Fernando Colomo tienen un pequeño papel. Afortunadamente voy bastante a Madrid por mi trabajo, porque son muchas las cosas que añoro de España.

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