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Carabanchel tendrá 20 años después su (pequeño) hospital

El centro albergará 368 camas para 250.000 habitantes - Sólo la población de los dos distritos entre los que se sitúa suma medio millón de personas

Elena G. Sevillano

Ya no queda más que el portal de entrada. El resto, una mole de ocho brazos por la que pasaron miles de represaliados del franquismo, cayó bajo la piqueta en octubre del año pasado. La cárcel de Carabanchel es ahora un solar de 172.000 metros cuadrados que Estado, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento se han repartido para construir un barrio de 650 pisos, equipamientos públicos y un hospital. El que los vecinos llevaban casi 20 años reivindicando y que ahora, por fin, empieza a tomar forma.

El hospital está más cerca, sí, pero no es lo que ellos esperaban. Tendrá 384 camas y atenderá a 256.000 habitantes, según el estudio de impacto ambiental que la Consejería de Sanidad ha sacado a información pública. Es pequeño, dicen. "Insuficiente", abunda Pedro Casas, presidente de la asociación de vecinos de Carabanchel Alto. Sólo los dos distritos en cuyo límite se sitúa (Carabanchel y Latina, los más populosos de Madrid) suman más de medio millón de habitantes. "Siempre habíamos pedido que nos construyeran un hospital de referencia para los dos distritos, pero lo que nos plantean ahora es otra cosa", añade Casas.

El centro será de titularidad totalmente privada, como el de Valdemoro
Los vecinos protestan porque "el nuevo es pequeño e insuficiente"

El hospital únicamente dará servicio a algunos barrios: Vista Alegre, Buenavista, Puerta Bonita, Aluche, Las Águilas y Campamento, según el estudio. Lo que quiere decir que los habitantes de las demás zonas tendrán que seguir desplazándose a los que hasta ahora eran sus hospitales de referencia: el 12 de Octubre y el Clínico. Al primero, los de Carabanchel, que tienen que recorrer cinco kilómetros en coche o 11 paradas de metro (con un transbordo). Al segundo, los de Aluche: a siete kilómetros de sus casas. Porque resulta que los dos distritos más poblados de la ciudad no tienen hospital propio.

En realidad, sí lo tienen, y desde hace mucho tiempo, pero no pueden utilizarlo. El hospital militar Gómez Ulla, un edificio de 22 pisos con capacidad para más de 1.000 camas (de las que sólo usa 300) se alza justo entre los dos distritos. "Como un caramelo que te enseñan y no te dejan comer. Es un derroche de recursos. Si se cediera a la sanidad pública, cubriría todas las necesidades de la zona", plantea Casas. No falta quien cuestiona la necesidad de levantar un centro nuevo, con los gastos que ello supone, teniendo otro ya construido, equipado y en funcionamiento.

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PSOE e IU, además de las asociaciones vecinales, llevan años reclamando que el hospital militar pase a la red pública. El último convenio que firmó Defensa con el Servicio Madrileño de Salud, el 13 de abril de 2007, no se ha cumplido, según denunció el gerente del hospital, Ángel Fernández, en su comparecencia del 21 de enero en la Asamblea. La Consejería rehusó responder a las preguntas de este periódico sobre el futuro del Gómez Ulla y su convivencia con el nuevo centro. Tampoco precisó cuándo se licitará, aunque Esperanza Aguirre aseguró a principios de este mes, cuando anunció la licitación del hospital de Móstoles, que sería antes de final de año. Lo que sí confirmó un portavoz de Sanidad es que será de gestión enteramente privada, siguiendo el modelo Valdemoro.

El centro se situará en la parcela noroeste (la más cercana al metro de Aluche y que el propio estudio de impacto califica como "de tamaño reducido") y ocupará unos 40.000 metros cuadrados. Según el documento, que se basa en el plan funcional de la Consejería de Sanidad, será un edificio organizado en dos ejes de circulación (uso público y restringido) conectados por cinco bloques transversales de 18 metros de fondo y hasta cinco plantas de altura. También contará con un aparcamiento de 921 plazas en dos sótanos.

Tanto la asociación vecinal de Carabanchel Alto como la de Aluche han presentado alegaciones al estudio de impacto ambiental. Para empezar, no están de acuerdo con su tamaño. "Queríamos que el nuevo hospital acabara con la saturación del Clínico y el 12 de Octubre, pero no será así porque sólo dará servicio a algunos barrios", predice el presidente de la asociación de Aluche, Antonio Abueitah. También echan en falta especialidades como cirugía cardíaca o una unidad coronaria. Les preocupa que la gestión del centro no sea pública y que el estudio de impacto juzgue innecesario "llevar a cabo una prospección arqueológica específica" cuando, aseguran, es una zona de gran riqueza histórica, que además podría albergar restos humanos de la represión franquista.

"Estamos dispuestos a pelear hasta el final", promete Abueitah. Pide un hospital como el nuevo Puerta de Hierro, que atiende a medio millón de personas: "¿Por qué a los ricos de Majadahonda les construyen un hospital público y en la periferia ensayan modelos raros?"

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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