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Madrugada a tiros en el centro

Cata, el 'rompecostillas'

El 'gorila' asesinado era dirigente de un brutal grupo de matones - Estaba acusado de secuestrar a otro mafioso

El rumano Catalin Stefan Craziun, Cata, de 31 años, era uno de los lugartenientes de Ivo el búlgaro, el jefe de la banda de rompecostillas más conocida de Madrid en dura pugna con los Miami, según fuentes policiales. Su fisonomía era perfecta para el trabajo de matón de discoteca: 1,90, gran envergadura, cabeza rapada, cejas pobladas y una cara con la que infundía miedo. Como los demás integrantes de la banda, era un tipo brutal, amante de los gimnasios, las artes marciales y los anabolizantes, y dispuesto a despachar cualquier asunto que lo requiriese a lo bestia. No bebía, no fumaba, se dedicaba como profesional a ser gorila en los pubs que controlaba la banda de Ivo, pero él era de los que aceptaba trabajos más complicados: extorsiones, palizas y venganzas a otros mafiosos de la capital.

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Su hazaña más conocida, por la que fue detenido y estaba a la espera de juicio, fue la paliza que le propinó a Malin Stefanev, un búlgaro que debía dinero a otros delincuentes. Fue en septiembre de 2007. Cata se lo llevó a un lugar apartado, en Gandía, y empezó a darle puñetazos en las costillas. Para estar seguro de que sus golpes tenían el efecto deseado palpaba el cuerpo de la víctima. Si no le había roto el hueso, seguía golpeando. Luego le metió en el maletero de un coche y lo llevó a Toledo. Los agentes pudieron identificar a Cata y a los otros dos jefes del clan, Ivo y Nasco. La policía pensó que se habían fugado de España, pero los hombres nunca se fueron, incluso después de que se publicara su foto en este periódico. Los tres fueron detenidos poco después y puestos en libertad con cargos.

Cata también tenía amigos influyentes. En la boda de Ivo, en abril de 2008, la policía pudo fotografiarle a la salida de la iglesia con el juez Carlos Nogales, investigado por su relación con Ginés Jiménez, el jefe de la policía de Coslada, y principal acusado en la trama de extorsiones a bares y locales del municipio.

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