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Comienza el derribo parcial de una iglesia en Fuencarral tras 16 años de pleitos

El templo incumple la normativa al estar demasiado cerca de unas viviendas

El proceso de demolición de la iglesia Nuestra Señora de las Fuentes (Fuencarral-El Pardo) comenzó ayer, por fin, tras 16 años de pleitos. Una sentencia ha determinado que hay que derribar una parte del templo que está demasiado cerca de un bloque de viviendas. Decenas de feligreses se arremolinaron ayer a las puertas de la iglesia para asistir al primer día de un proceso calificado de "complejo" por el Ayuntamiento de Madrid y que durará de tres a cuatro meses. Los técnicos municipales desmontaron ayer dos imágenes sagradas y sacaron los enseres del templo.

"Pero, ¿qué le están haciendo a la virgen?", se lamentó una mujer al ver la imagen de Nuestra Señora de las Fuentes rodeada, a primera hora de la mañana, por un andamio. "Esta gente no está preparada para algo así...", agregó otra al ver a un grupo de obreros de mono azul desmontando la imagen. Éste fue uno de los primeros pasos dados ayer por los técnicos municipales para ejecutar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que obliga a demoler parte del templo porque vulnera las normas urbanísticas.

El lateral de la iglesia Nuestra Señora de las Fuentes, en la calle de Villa de Marín (Fuencarral-El Pardo) está a 7,22 metros de un bloque de viviendas, cuando la normativa obliga a que esté a 12,6 metros. Tras 16 años de pleitos entre la iglesia y el Ayuntamiento por un lado y un grupo de vecinos por otro, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) obliga a demoler la parte del templo más cercana a los pisos. Ayer, primer día de la demolición, los técnicos se limitaron a sacar los muebles de la iglesia -que irán a parar a un depósito municipal- y a desmontar la virgen y un crucifijo grande, que pasarán a la parte del templo que no va a ser afectada por la ejecución de la sentencia. Dentro, tampoco estaba ya el altar, las flores o las velas.

"Todo el proceso de derribo de esos cinco metros durará de tres a cuatro meses. Luego, pondremos un andamio para demoler los falsos techos y luego derribaremos las fachadas afectadas por la sentencia. Las excavadoras entrarán en el templo en un mes", explicó Jorge Ortueta, responsable del departamento de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Madrid.

Los costes de la demolición los paga el Consistorio porque fue el que permitió la construcción ilegal del templo, aunque Ortueta no quiso precisar la cantidad que van a gastar las arcas municipales. Después del derribo, el templo será reconstruido cumpliendo la legalidad.

Los técnicos municipales tuvieron que trabajar escoltados por la Policía Municipal. Mientras, el párroco de la iglesia, Eusebio Ocaña, vestido con traje de chaqueta y un crucifijo en la solapa, mantenía la sonrisa y trataba de calmar a la decena de feligreses que se arremolinaban a la puerta del templo. "Estoy dolorido, agradecido y decepcionado. Veo tanto dolor, y es tan absurdo lo que está ocurriendo... La sentencia es legal, pero esto es una injusticia. Hay edificios en Madrid con condenas de demolición y no se tiran", se quejó el párroco.

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Mientras, una decena de vecinos, en su mayoría mujeres de mediana edad, se arremolinaron ayer a la puerta de la iglesia. "¡Que la paz no nos la quite nadie. Ya sólo queda el Cristo. Esto se ha acabado!", se lamentó un hombre al ver a la Virgen a punto de ser desmontada. "Aún queda el órgano", apostilló otra mujer, mientras una tercera intentaba sin éxito mover a los congregados al cántico de "¡No, no, no nos moverán...!".

"¿Pues qué le parece esto a un vecino, cristiano y católico?", se quejaba muy indignado un residente. "Llevo todo el día venga y venga a llorar", contó muy cerca de él Petra Muñoz, de 85 años, que sostenía en su mano un papel arrugado donde había escrito a mano un texto en contra de la demolición de la iglesia y dirigido a los cinco vecinos que han conseguido la ejecución de la sentencia.

En un primer momento, 48 miembros de la comunidad de propietarios del edificio afectado por la cercanía de la iglesia pactaron con el Arzobispado cerrar el litigio previo pago de una indemnización. Pero cinco residentes afectados votaron en contra del acuerdo con la iglesia y exigieron la ejecución de la resolución judicial, que en 2000 ya había ordenado el derribo de la iglesia.

Desacralización

El templo de Nuestra Señora de las Fuentes fue consagrado en 1986 por el Arzobispado de Madrid. El párroco aseguró ayer que no había dado tiempo a desacralizar -procedimiento que se tiene que hacer a través de un documento emitido por el Arzobispado- la parte que va a ser demolida.

Los operarios terminaron ayer sus trabajos a las seis de la tarde. A mediodía, el grupo de vecinos empezó a dispersarse. Hasta que el templo vuelva a ser reconstruido, el párroco dará misa en la capilla y en el salón de actos de la parte de la iglesia que no va a ser afectada por las obras. "Con lo que ha pasado, ahora estamos más unidos que antes. Nos seguiremos viendo aquí, como todos los días y a la misma hora", concluyeron los vecinos.

Sus quejas y denuncias en lectores.madrid@elpais.com

Unos operarios trasladan material a la iglesia para proceder a su demolición.
Unos operarios trasladan material a la iglesia para proceder a su demolición.CLAUDIO ÁLVAREZ

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