Convocados a la huelga 1.500 trabajadores de limpieza del metro

María entra a las siete a trabajar. Laura también. María se cambia rápido para ponerse el uniforme. Como Laura. La primera limpia una estación del metro en la línea 7 (la naranja). Laura hace el mismo horario en otra estación de Metrosur (línea 12). Durante siete horas, María vacías papeleras, saca brillo a las paredes, retira basuras, excrementos y todo lo que encuentra por el suelo. Como Laura. Cada una termina a las dos de la tarde. Mismo trabajo, mismo lugar, mismo horario.

La convocatoria indefinida se llevará a cabo con servicios mínimos del 50%

Todo igual. Menos la nómina. Porque a una le pagan casi 36 euros diarios y a otra, 30. A final de mes, el sueldo base varía unos 150 euros. Además, la diferencia por trabajar un festivo es de 25 euros.

María y Laura (nombres ficticios) forman parte de la plantilla de 1.500 trabajadores de la limpieza de Metro que desde hoy están llamados a una huelga en las 292 estaciones de la red. Convocan UGT, CGT, USO, CNT y SUD. CC OO no lo secunda.

Los convocantes sostienen que la diferencia de pluses y contratos provocan que dos trabajadores con jornada y antigüedad idénticas cobren hasta 300 euros de diferencia según la empresa que les contrate. Denuncian que las condiciones se agravan en las ampliaciones de las líneas 7 y 10 (Metronorte y Metroeste) donde la mayoría de los contratos son temporales y no se incluyen pluses.

Metro subcontrata la limpieza a cuatro empresas diferentes: Valoriza (Sacyr-Vallehermoso), que trabaja en las líneas 3, 4, 6, 8, 9 y 11; Clece (Dragados), en las líneas 5, 7, 10 y 12, y Eurolimp y Ferroser, de Ferrovial, que se encargan de las líneas 1 y 2, del ramal de Ópera-Príncipe Pío, de las vías y las luminarias. Las dos primeras declinaron hacer ninguna declaración sobre la convocatoria.

Un portavoz de Ferrovial, con 500 trabajadores en nómina, asegura que las diferencias de sueldo son mínimas y que se respeta lo establecido en la normativa. El sector se rige por el convenio de limpieza de edificios y locales, según los sindicatos. La empresa calcula que las reivindicaciones de los trabajadores supondrán una subida "insostenible" del 80% de sueldos.

Además de igualar nóminas, los sindicatos exigen una jornada de 35 horas semanales, la supresión de los contratos temporales y un plus del 20% en concepto de penosidad, toxicidad y peligrosidad. "Trabajamos con desengrasantes y ácidos peligrosos que no se tienen en cuenta", explica Juan Francisco Canseco, de UGT. Iván Albarrán, portavoz de la Confederación General de Trabajadores (CGT), pide el respaldo de Metro de Madrid por "permitir estas diferencias y mirar a otro lado, es el responsable último de lo que ocurre".

La Consejería de Transportes e Infraestructuras ha fijado unos servicios mínimos del 50% al 60% por tratarse de un servicio público "esencial y de interés general" y por la fecha, que coincide con el refuerzo del servicio en Navidad.

La última huelga del sector fue en junio de 2002. Afectó a los 400 trabajadores de la subcontrata de Clece, responsables de 117 estaciones, que exigían mejoras salariales y el plus de toxicidad. La convocatoria se extendió 11 días y provocó grandes acumulaciones de basura.