Coslada: un mes, tres inundaciones
No se ha acometido todavía ninguna obra para evitar que se anegue la zona anexa a la M-45 - La lluvia de ayer dejó 15 litros por metro cuadrado
"Hasta que no muera más gente, nadie va a hacer nada por arreglarlo. Nuestras casas se inundan cada vez que llueve sin que nadie venga a arreglarlo". De esa forma tan rotunda se expresaba ayer Esperanza Oliva, una vecina del distrito de Vicálvaro cuya vivienda colinda con Coslada. En el plazo justo de un mes su vivienda se ha anegado tres veces. "Y sin que la Administración haya hecho nada para arreglarlo", añade. Hartos de esta situación, los afectados no descartan movilizaciones más fuertes si la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid no realiza obras que eviten esos problemas cada vez que llueva.
La forma en que llovió ayer no tiene que ver con las dos primeras. No hubo tormentas ni grandes precipitaciones en un corto periodo de tiempo. La lluvia cayó de forma continua durante toda la noche, sin que se registraran grandes balsas de agua ni inundaciones en la región. Con una única excepción: la avenida de Vicálvaro, en Coslada. Los vecinos pasaron toda la noche en vela ante el riesgo de que se volvieran a anegar sus viviendas, en especial los huertos y los jardines de sus casas.
A primera hora de la mañana, sobre las nueve, la situación era tranquila, pero conforme avanzaba el día se fue complicando. Una gran avenida de agua caía por un torrente formado justo delante de las casas. El origen eran las obras de urbanización y la falta de colector en el futuro barrio de El Cañaveral. Como toda esa zona no tiene tuberías, el líquido sigue la caída natural, cauce abajo. A eso se une la falta de canalizaciones adecuadas en la M-45. La consecuencia es que las lluvias se ceban con las casas de esa zona y la humedad se cuela por todos los lados.
"¿Por qué no viene nadie de la Comunidad de Madrid ahora a ver cómo lo estamos pasando?", se quejaba a gritos una vecina que tiene a su madre, de más de 80 años, en silla de ruedas. "Y si el agua sube mucho, ¿cómo la saco yo de casa?", preguntaba a otros vecinos con cara de indignación. Los residentes ya están pertrechados para hacer frente a tanta inundación: botas de agua, impermeables y palas para desalojar el agua. Pero todo este material resulta insuficiente ante las torrenteras.
Algunos patios de la avenida de Coslada tenían ayer hasta medio metro de agua. Al lugar sólo acudieron dos concejales de Obras y Urbanismo del Ayuntamiento de Coslada.
La primera inundación se produjo el 22 de septiembre, justo un mes antes. En ella murió una mujer tras ser arrastrada por una riada. Ese día cayeron 52 litros por metro cuadrado en cuatro horas; 20 días después, el 12 de octubre, se reprodujeron los hechos. Durante la noche se recogieron 46 litros por metro cuadrado. Las precipitaciones de ayer fueron de unos 15 litros por metro cuadrado.
"El problema es que la tierra no es capaz de tragar y los colectores rebosan", se quejaba María de los Remedios Lozano, una vecina de Vicálvaro. En su casa se respira un olor nauseabundo que sale de los desagües. "Esto es infernal. En cuanto llueve, me tengo que levantar y poner mantas bajo las puertas para que no entre el agua", protesta.
El alcalde de Coslada, el socialista Ángel Viveros, anunció que se manifestará con los vecinos si el Ayuntamiento de Madrid no pone solución a las inundaciones. "No voy a permitir que sean otra vez los vecinos de Coslada quienes resulten perjudicados por la inoperancia de otras administraciones. Asumo la responsabilidad de llevar a cabo una actuación de emergencia en otro término municipal", adelantó el primer edil. La Comunidad ha encargado un estudio de la zona, cuya redacción tardará un mes.
Otra zona que se anegó ayer fue el poblado chabolista de El Gallinero (Villa de Vallecas), donde viven unas 60 familias rumanas.
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